CURSO DE CREACIÓN CONSCIENTE 1ª, 2ª, 3ª , 4ª,5ª y 6ª parte






INTRODUCCIÓN



Todos hemos oído hablar de que podemos generar la realidad que queremos, que solo depende de nosotros mismos, de nuestros pensamientos y emociones, de que utilicemos correctamente los métodos que tenemos por doquier a nuestra disposición.

Generar la realidad que uno quiere no es difícil, teóricamente, pero sin embargo no es una cosa que se pueda conseguir sin un conocimiento más o menos completo de todos los aspectos que están involucrados en el proceso de manifestación, desde comprender que es la realidad en sí misma, como y porque percibimos lo que percibimos, hasta el proceso completo de transmutación energética que convierte una onda en algo físico, pasando por los obstáculos que nos impiden manifestar lo que deseamos y las herramientas que tenemos a nuestra disposición para crear nuestra vida “perfecta”, sea lo que sea que soñamos tener como tal.

Este curso trata a fondo todos esos temas. No se trata de aprender una técnica de visualización y listo, se trata de bucear en todos los aspectos de la creación consciente e inconsciente (muy importante), para integrarlos en nuestro día a día y ser capaz de usar muchas herramientas y de controlar el poder de nuestro sistema energético para generar y atraer mediante la vibración que emitimos, aquello que deseamos. La Ley de la atracción, explicada a fondo, es mucho más compleja que el solo hecho de que debemos tener pensamientos positivos para atraer una realidad positiva. Hay muchos más parámetros que hay que estudiar, comprender y dominar, y luego hay que moldear con diferentes técnicas esas energías y vibración para que la Ley de la Atracción trabaje a pleno rendimiento en nuestro favor. Es algo que haremos durante este curso de creación y manifestación consciente, y que espero os sirva para activar y poner en marcha los cambios que queréis hacer para generar una realidad exterior más acorde a lo que deseáis en vuestro interior.


PRIMERA PARTE


CREANDO LA REALIDAD EN LA QUE EXISTIMOS TODO ES ENERGÍA, VIBRANDO A UNA CIERTA FRECUENCIA


Todo lo que existe no es más que energía, que nosotros podemos moldear. Esa es nuestra premisa básica: que todo en el universo, toda la creación, es energía en diferentes estados, vibrando a una frecuencia determinada.

El concepto de vibrar a una cierta frecuencia es como decir que aquello que vibra o resuena a poca frecuencia es más sólido, y aquello que vibra muy rápido, a una frecuencia muy alta, es más “etéreo”.

DUALIDAD ONDA-PARTÍCLA

La parte más pequeña de un átomo es pura energía, y vibra también a una frecuencia determinada. En realidad, la física cuántica nos dice que las partículas más pequeñas que conforman las partes más pequeñas del átomo, ni siquiera existen como tales, sino que se encuentran en estado de “onda” y solo se colapsan en algo “físico” cuando alguien las observa. Es decir, que ni siquiera el núcleo central sobre el cual está construida nuestra realidad es algo físico, sólido y tangible, solo se convierte en algo “físico” cuando es “observado”, mientras tanto, no es más que una pura onda energética que ofrece múltiples posibilidades de manifestarse de una u otra forma, dependiendo de qué otra energía interactúe con ella.

Una roca, una flor o Saturno, todos estamos formados por esa misma energía, esas mismas ondas que forman los componentes primarios de los átomos, que se colapsan en estado más o menos sólido, cada uno con su frecuencia vibratoria específica, pero manteniendo el mismo componente básico: ese núcleo energético. Así como nuestro cuerpo físico es energía con ciertas características (billones de átomos organizados en células, órganos y demás), que ha tomado cierta forma, nuestros pensamientos y sentimientos emiten a su vez energía a una frecuencia determinada. Es esencial comprender esto. Es el punto principal del curso.

Cada vez que piensas o sientes algo, emites energía de cierto tipo, que forma ese pensamiento o emoción que has tenido y que va a tener unos ciertos efectos en el mundo exterior donde esa energía va a manifestarse.

Ese mundo exterior va a depender principalmente de dos cosas, la energía mental (pensamientos, ideas) y la energía emocional (sentimientos, emociones) que proyectamos, que combinadas pueden resultar en una poderosa máquina de creación, pero que cuando trabajan en oposición o descoordinadas, pueden resultar en un bloqueo permanente para generar lo que quisiéramos.

A lo largo del curso vamos a ver en detalle que cuanto más focalizado o intenso es el pensamiento o sentimiento que emitimos, más directo es el haz energético creado o lanzado al exterior.

Piensa por ejemplo en tu voz, cada vez que hablas, cantas, gritas o susurras, envías un haz de energía hacia fuera. Esta energía puede ser captada por los oídos de las personas que te escuchan, o por cualquier grabadora, micrófono o radiocasete. Cuando piensas, emites el mismo tipo de energía con cada uno de tus pensamientos, de diferente tipo y frecuencia, solo que no tienes a tu disposición, físicamente, un artefacto que te permita ver o medir esa energía que sale constantemente de tu cabeza.

Al igual que cuando gritas concentras mucha energía en un solo haz sonoro, cuando concentras tu pensamiento fijamente en un solo concepto, emites una energía focalizada en ese tema. En este caso, la energía de tu pensamiento se disipa por el aire, por el mundo porque esa energía tiene una cierta potencia y llega hasta un cierto punto.

Al igual que tu voz se oye bien a pocos metros de distancia y nada a dos kilómetros de tu casa, tu pensamiento concentrado llega hasta cierto punto, aunque al tratarse de una energía con una frecuencia vibratoria más alta, llega mucho más lejos aún con poca potencia que cualquiera de los gritos que puedas dar.

Al contrario que la voz, los pensamientos, emociones y la energía que contienen tienen una característica muy especial que dice que “lo semejante se atrae”. El concepto exacto es que, aquello que es igual, acaba por acabar junto. Cuando emites “A” (consciente o inconscientemente), tu energía atrae más de “A”, si cambias a emitir “B”, atraerás hacia ti todo lo que tenga “B”, sean estas letras sinónimo de emociones, deseos, sensaciones, o eventos reales. Aquello que emites es principalmente lo que da la indicación de que es lo que siempre atraes o atraerás hacia ti y lo que conformará tu vida, la que tus cinco sentidos pueden percibir como “real”. Es lo que se llama genéricamente la Ley de la Atracción.

IMANES ENERGÉTICOS

Piensa en ti como un imán para describir el concepto de por qué sistemas energéticos de la misma frecuencia tienen tendencia a atraerse unos a otros. Los núcleos de energía básica que componen nuestros pensamientos y emociones son como imanes que buscan juntarse con otros núcleos energéticos de la misma frecuencia y con las mismas características.

Nosotros, como seres humanos, somos el compendio y la suma de millones de células cada una con sus millones de átomos cada uno vibrando a una cierta frecuencia ligeramente diferente del resto (es lo que hace que un mismo núcleo energético básico se pueda convertir en una célula para el corazón o en una célula para el hígado). Aquello que emitimos, somos, o pensamos, no es sino un gran imán para todo aquello “de ahí fuera” que concuerda exactamente con nuestras mismas características.

Es como ponerle una etiqueta a cada pensamiento de forma que diga “unidad energética 1, potencia 12, vibra a frecuencia X y contiene la imagen de un coche rojo”. Y eso sale disparado al inconsciente colectivo flotando por algún sitio encima de nuestras cabezas (simbólicamente). En la mayoría de los casos, esta energía se disipa y se desvanece antes de que ese pensamiento actúe como el imán que es, detecte y atraiga energía similar a ella y convierta esa energía en algo real. Sin embargo, como decimos, en la mayoría de los casos, para nosotros, nada sucede en realidad porque nuestro pensamiento se ha disipado mucho antes de que ningún proceso “de atracción” pudiera llegar a ocurrir. Nuestro imán no ha tenido tiempo de hacer su trabajo.

Si lo que queremos es atraer algo a nuestra vida de forma consciente, la forma que la materialización de nuestros pensamientos cobrará, mediante ese impulso energético, desde el momento que deseamos algo hasta que aparece, pasa por diferentes estados o fases y tiene diferentes requisitos que han de ser cumplidos, que veremos más adelante en detalle.

A partir de aquí vamos a ver que tenemos dos formas básicas de manifestar el mundo exterior en el que vivimos: de forma consciente, sabiendo lo que generamos y trabajando por ello, y de forma inconsciente, dejando que sea una realidad común y el trabajo de nuestro subconsciente quien se encargue del trabajo. Vamos a ver primero esta última forma que es la más normal para la mayoría de nosotros.

CREACIÓN INCONSCIENTE-GENERANDO LA REALIDAD SIN DARNOS CUENTA

Para la mayoría de las personas de este planeta, la realidad que perciben y en la que viven inmersas les viene “dada”. Nos la encontramos cada mañana cuando nos levantamos de la cama y, en casi todos los casos, creemos no haber tenido nada que ver con ella. Aunque en parte sea así, pues simplemente hemos aceptado que lo creado por el inconsciente colectivo es lo que “ya nos va bien”, por otro lado es también nuestra mente subconsciente la que se encarga de trabajar día y noche, sin descanso, para generar aquello que percibimos como “nuestro mundo exterior”.

¿Quiere decir esto que género mi realidad sin darme cuenta de ello? Pues así es. Puesto que el mundo que creemos ver como real y sólido no es más que la suma de millones de ondas electromagnéticas, de energía en movimiento, creando un perfecto holograma tridimensional.

Todas las posibles realidades están presentes en forma de componentes energéticos que decodificamos con nuestros sentidos y nuestro cerebro. Aquello que todos vemos por igual y con lo que todos estamos de acuerdo, no son más que las proyecciones energéticas del inconsciente colectivo, al cual estamos todos conectados, y de lo cual hemos creado una versión en nuestra propia realidad. El hecho de que la hierba sea verde, la nieve blanca y fría, el fuego queme o el agua sea transparente es porque todos estamos de acuerdo en que eso es “así”, y así lo percibimos, estamos programados desde tiempos inmemorables para aceptar que para todo el mundo esas cosas tienen el mismo significado, y gracias a ello, podemos interactuar y vivir juntos en algo que aparentemente es tangible y real para todos por igual, pero que en realidad, no son más que “proyecciones holográficas” aceptadas por todos. Al igual que en la película Matrix, donde “la verdadera” realidad no era más que un conjunto de números pasando sin cesar en un ordenador, la realidad común de este planeta no es otra que múltiples ondas que todos decodificamos de la misma forma.

GENERACIÓN COMÚN

Ahora bien, ¿Quién genera esas ondas? ¿Quién genera esas realidades potenciales? Nosotros lo hacemos. O mejor dicho, la suma de nuestra mente consciente y de nuestro subconsciente lo hace. Como decodificamos esa realidad y la convertimos en “nuestra realidad” lo veremos un poco más adelante. De momento, empecemos por explicar cómo funciona la creación del mundo que llamamos real, la generación de pensamientos y como conseguimos que las cosas lleguen a nosotros sin que nuestra mente analítica parezca ser parte involucrada en el proceso.

El modelo siguiente nos puede ayudar a comprender bien todo lo que voy a explicarte a continuación:





Este modelo se basa en tres factores: nuestro pensamiento consciente, nuestra mente subconsciente y la mente inconsciente colectiva.

El pensamiento consciente es el conjunto de nuestra actividad mental diaria (todos nuestros pensamientos, decisiones y proceso de datos que entran por nuestros cinco sentidos), la mente subconsciente es nuestra mente automática de la que no somos conscientes, la que absorbe todos los datos que le llegan sin discriminar ninguno y ejecuta sus propios procesos lógicos de razonamiento. Es también el mediador entre la mente lógica y el inconsciente colectivo, así como el almacén de todos nuestros recuerdos, sensaciones, memorias y emociones enterradas profundamente a lo largo de toda nuestra vida que salen pocas veces, si no ninguna, a la luz de la mente racional, pero que la influencian constantemente. Finalmente, el inconsciente colectivo es la mente infinita que contiene toda la información, de todas las personas, de todo el planeta, la suma de todos los pensamientos de la gente, acumuladas como en una gran tela de araña que toma su forma y se ha instalado muy por encima de nuestras cabezas, fuera del alcance de nuestros sentidos, en un rango frecuencial ligeramente superior del que podemos percibir.

Si nos fijamos en el diagrama, vemos que hay cuatro personas (A, B, C, y D). “C” no está indicado como tal, pero es la persona en la parte superior del dibujo. Los semicírculos son las mentes subconscientes y el círculo externo es la mente colectiva que ya hemos comentado, también conocida por muchos nombres en las diferentes filosofías, literaturas y religiones. Finalmente, la línea de puntos exterior indica que no existe frontera para la mente colectiva, abarca todo y a todos sin excepción.

EL PODER DEL SUBCONSCIENTE-DESEOS CONCRETOS

Veamos un ejemplo. Jorge, un joven deseoso de irse a trabajar a Australia, tiene esa idea en la cabeza desde hace tiempo, es un gran deseo, y su pensamiento “normal”, la mente analítica, es obviamente consciente del mismo. Asignemos a Jorge la letra A del diagrama. Pero Jorge no es de los que conocen ni ha oído hablar de herramientas de creación consciente, ni sabe que puede generar su deseo controlando el proceso, sin embargo, eso no es obstáculo para que pueda terminar consiguiéndolo.

Lo que sucede es que la mente subconsciente de Jorge toma este deseo y lo implanta en el inconsciente colectivo, no sólo el deseo total en sí (el objetivo final), sino además toma en cuenta cada detalle en el cual se pueda descomponer nuestra petición.

De forma paralela, la mente subconsciente de cada ser humano está continuamente explorando, activamente, el inconsciente colectivo buscando cualquier cosa con la cual resuene, es decir, cuya frecuencia vibratoria sea la misma que la del deseo expresado (de este y de todos los otros que anteriormente hayamos emitido). Puesto que somos imanes, nuestro sistema energético en su totalidad, el emisor de “luz” que es, tampoco puede dejar nunca de emitir, y, por naturaleza, está siempre intentando atraer todo aquello con lo que resuena a su mismo nivel frecuencial. No es que sea un esfuerzo pasarse el día explorando el inconsciente colectivo y el conjunto de las “ondas energéticas” que existen “ahí fuera”, forma parte de su propia naturaleza y de sus funciones “cotidianas”.

Sigamos con el ejemplo. Pongamos ahora que Cristina es directora de recursos humanos de una empresa en particular que ofrece un trabajo en Australia (letra C). El subconsciente de Cristina detecta el deseo del subconsciente de Jorge, y se fija al mismo. En estos momentos, ambas mentes están “enganchadas” a través del inconsciente colectivo. Ni Cristina ni Jorge tienen la más remota idea de que la proyección mental del primero (el deseo de trabajar en la empresa de Cristina) ha sido “recogido” por la persona adecuada para hacerlo realidad, ni sabrán jamás que esto ha sido así a no ser que sean altamente conscientes de los procesos mentales que suceden en su subconsciente, algo normalmente improbable.

Para que esto haya sido posible no ha bastado un simple pensamiento de Jorge al respecto, si hubiera sido así y solo hubiera emitido un pequeño haz con el contenido de su deseo, este se hubiera diluido rápidamente en la mente colectiva. No, para que el subconsciente de Cristina (y el de muchas otras personas) se hayan podido fijar y enganchar al deseo de Jorge, este ha tenido que emitirlo con gran potencia, quizás no ha dormido durante noches dándole vueltas al asunto, imaginando sin parar cómo sería su vida en Australia, hablando a los amigos del tema y viéndose a sí mismo ya en ese puesto. Solo así su pensamiento ha tenido tanta fuerza que ha impactado al inconsciente colectivo. Todo esto sin saber que estaba usando ciertas herramientas de creación que veremos luego.

Sigamos. ¿De qué manera se preparan la sincronicidades necesarias para que Cristina pueda contratar a Jorge, si es que se puede llegar a dar el caso?

Las mentes subconscientes de ambos influenciarán a sus respectivas personalidades para hacer aquello que sea necesario para que Cristina y Jorge graviten el uno hacia el otro. El inconsciente de Cristina, sabiendo que esta tiene que cubrir unas vacantes y que ha puesto un anuncio en el sitio tal, proyectará una cierta señal en el inconsciente colectivo que hará que Jorge sea influenciado por su mente inconsciente para que se acerque a mirar un cierto periódico donde está publicada esa vacante. El universo y la mente colectiva (sin entrar en las ayudas que tenemos de nuestro Yo Superior y nuestros guías espirituales para generar estas sincronicidades), sincronizarán todos los eventos posibles para que Jorge termine encontrando ese anuncio o consiga enterarse de que la empresa de sus sueños está buscando gente, incluso puede que Jorge sienta una fuerte intuición de que debe hacer o mirar algo con respecto a esa empresa, como si fuera una idea implantada en la cabeza que aparece de repente.

Es probable que Jorge esté buscando trabajo en decenas de lugares a ver si encuentra lo que busca, pero su mente subconsciente le está intentando guiar hacia un lugar determinado donde sabe que está lo que desea. Cuando Jorge hace caso de esa idea que le vino a la cabeza, a esa conversación que oyó “por casualidad”, a ese anuncio que vio en el periódico o a ese slogan que oyó en la radio y donde salía el nombre de esa empresa, y se fía y sigue esas señales, ¡tachan!, el anuncio del puesto de trabajo de sus sueños está allí colgado. Vaya casualidad, ¿no? Evidentemente esto no es todo. El trabajo aún no está conseguido y el proceso para que Jorge consiga su objetivo puede ser aún muy largo. Pero el proceso será el mismo. Los eventos que sean necesarios poner a disposición de Jorge para conseguir su objetivo irán apareciendo (y aquí vamos a poner de momento en el mismo “saco” a todas las ayudas que tenemos para generar las sincronicidades, desde la pura atracción energética, hasta las influencias de nuestros guías o entidades espirituales, que están evidentemente, al tanto de lo que está pasando).

Obviamente, estamos presuponiendo que los diferentes niveles de conciencia (desde su subconsciente, a su alma, a su Yo Superior) de Jorge “aprueban” que termine en ese trabajo, porque si, por alguna razón, en algún otro nivel sabemos que para nosotros es mucho mejor opción hacer otra cosa, importará poco el deseo de la mente de Jorge, y, aunque puedan aparecer pequeñas sincronicidades que parecen querer llevarle hacia su deseo, pues la ley de la atracción es pura física, en el fondo no lo terminará consiguiendo.

Suponiendo que Jorge está en el buen camino, y que empieza a percibir eventos sincronizados en su vida, todos relacionados con ese deseo suyo de trabajar en la compañía de Cristina.

Sabiéndolos interpretar y siguiéndolos puede acortar el tiempo de consecución del objetivo, dejándolos pasar puede provocar que Cristina contrate a otra persona y el proceso tenga que volver a ponerse en marcha o que Jorge al final abandone su sueño y decida hacer otra cosa, con lo que el proceso de sincronización se parará y simplemente comenzará otro basado en el nuevo deseo de Jorge. Porque eso también pasa. Cambiamos de deseo como cambiamos de camisa, al menos la mayoría de los mortales. La elección es nuestra en todo momento y nuestra mente inconsciente seguirá trabajando sin interrupción ejecutando y buscando los eventos que concuerden con nuestros deseos.

Así es como funciona más o menos la creación inconsciente de la realidad en la que vivimos, especialmente a nivel de deseos concretos, simplemente nos conectamos a la mente colectiva, y de una forma u otra vamos atrayendo hacia nosotros aquello con lo cual resonamos. Mientras que nuestro subconsciente tiene el papel más importante en ese sentido al hacer por si solo parte del trabajo de atracción de aquello que queremos a nivel racional, sigue siendo un proceso del cual no tenemos control por no saber que está sucediendo, como sucede, cuando y como podemos influir en lo que sucede.

Es una forma de manifestación más cómoda, de hecho, al ser inconsciente, es automática, pero eso no quiere decir que sea la más óptima, pues en este caso, podemos atraer cualquier cosa, ya que prácticamente nadie es capaz de controlar conscientemente sus pensamientos y emociones, y esa es la clave para trabajar con los métodos de manifestación consciente que veremos luego.

Ejercicio: Párate a observar deseos y pensamientos que estén sucediendo de manera más o menos constante en tu cabeza. Aprende a tomar conciencia durante unos días sobre esas ideas que no dejan de rondarte y empieza a anotarlas. Intenta averiguar que estas en estos momentos manifestando a nivel subconsciente observando la realidad que tienes a tú alrededor: cosas, personas, eventos, situaciones. Haz una lista de cómo es tu entorno y de cosas que no te gustan, y otra de cosas que sí, para empezar a discriminar todo aquello que debemos empezar a transmutar poco a poco en el proceso de creación de una nueva realidad.




CURSO DE CREACIÓN CONSCIENTE 2ª parte


PROCESO DE TRANSMUTACIÓN DE ENERGÍAS “GENÉRICAS”


Hasta ahora hemos visto que los dos principales responsables del proceso de creación de nuestra realidad son nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, sin embargo, cuando estamos hablando de una realidad creada “inconscientemente” nos olvidamos que es el conjunto entero de nuestro sistema energético quien se encarga de emitir, transmutar y atraer hacia nosotros aquello que deseamos manifestar, y eso implica comprender el papel de otros componentes muy importantes: el ADN, los chakras y los cuerpos sutiles.

Como hemos visto antes, nuestro subconsciente es importante a la hora de atraer hacia nosotros deseos concretos, en los cuales trabajamos sin darnos cuenta, pero que resuenan con lo que emitimos focalizadamente, y también es el responsable en cierto grado de la manifestación de la realidad común que todos compartimos.

Lo que vamos a ver ahora es que, de forma natural, cada uno de nuestros deseos corresponde a un concepto más amplio y genérico, más global, y que está constantemente a nuestra disposición, a través del cual podemos trabajar los procesos de atracción mucho más eficazmente.

Las personas que de forma natural usan y manifiestan esos conceptos globales, son los que siempre parecen nadar en la abundancia sin ningún esfuerzo, los que atraen y viven en una relación de amor con el mundo y la gente sin restricciones, los que manifiestan aparentemente sin ningún trabajo por su parte las cosas, situaciones y eventos. Todo esto porque los diferentes componentes que a nivel energético intervienen en el proceso de transmutación de esos conceptos globales en cosas tangibles, funcionan a la perfección.

En este caso, no se trata solo del trabajo que hacemos a nivel inconsciente con una idea que tenemos en la cabeza, como conseguir el trabajo que queremos del ejemplo anterior, que solo es una parte del mecanismo, el uso de formas mentales generadas por el subconsciente y proyectadas a través del cuerpo mental, sino ser una máquina de manifestación constante automática de todos y cada uno de esos conceptos globales que existen a nivel energético en nuestro inconsciente colectivo, usando el resto de partes de nuestro sistema energético.
Modelo de manifestación a partir del subconsciente –cuerpo mental Modelo de manifestación global de energías “genéricas”





ONDAS ENERGÉTICAS DE CONCEPTOS “GENÉRICOS”

Lo primero que tenemos que entender es que cada cosa “material” corresponde a un concepto general: una casa, dinero, un coche, etc., corresponden al concepto general de abundancia. Una pareja, una relación feliz, una familia unida, son deseos que entran dentro de las energías globales del amor y las relaciones, la seguridad, la estabilidad, etc. Cada cosa que queramos manifestar a nivel de detalle, podemos extrapolarla a niveles globales, que son en realidad los niveles que están presentes en el inicio de la cadena de la manifestación de la realidad en nuestro mundo.

Todo lo que existe son ondas que corresponden a diferentes vibraciones, algunas llevan la frecuencia de la abundancia, otras las del amor, otras las de la seguridad, la voluntad, la creatividad, el poder, etc., etc. Como ondas de radio y televisión, estas señales deben ser sintonizadas por un receptor para convertirse en una canción o en una imagen, y ese receptor global no es otro que el conjunto de nuestro cuerpo humano y sistema energético.

SINTONIZACIÓN INICIAL A TRAVÉS DEL ADN

La antena principal de estas ondas es nuestro ADN, literalmente, la doble hélice presente en todos nosotros es el receptor que capta de forma natural todo lo que nos rodea. Estas ondas de conciencia y energía son captadas en un primer nivel y reducidas en frecuencia, de una muy genérica y “etérica” a una más baja y que empieza a ser más cercana a la frecuencia de vibración del nivel físico en el que existimos. Como funciona lo veremos en breve en conjunto con el resto de partes del sistema energético que vamos a ver ahora.

EL PAPEL DE LOS CHAKRAS

¿Qué ocurre con esa energía genérica que vibra al concepto global de abundancia, por ejemplo, y que hemos captado con nuestro ADN y reducido ligeramente en frecuencia? Esa energía, una vez dentro de nuestro sistema energético, pasa, según su nivel y características, a ser transmutada y trabajada por su chakra correspondiente.

¿Qué es exactamente un chakra? Los chakras son puntos de energía, vórtices, lugares en el sistema energético de nuestro cuerpo en los cuales confluyen una serie importante de canales a través de los cuales se distribuye la fuerza vital de nuestro ser. Estos centros se visualizan en forma de remolinos y son los responsables del campo electromagnético que rodea el cuerpo físico y que está compuesto por capas sucesivas de energía que vibran a frecuencias cada vez más elevadas. Cada uno de estos chakras está relacionado con una de las capas del aura, como veremos más adelante, teniendo cada una de estas una representación de los 7 chakras en sí misma.

Cada uno de los chakras, excepto el primero y el séptimo, tiene una parte frontal y una parte posterior y todos ellos están unidos por un canal energético que corre a lo largo de toda la espina dorsal por el cual se comunican y se traspasa la energía vital de un punto al otro.

Cada chakra se asocia a un tipo de función y lleva asociada unas cualidades específicas ¿Por qué decimos que un chakra está asignado al amor, a la comunicación, a la fuerza de voluntad, u a otro tipo de energía? Porque cada uno de ellos vibra a una frecuencia determinada, relacionada con esa energía global presente en nuestro mundo, por todas partes, y esa frecuencia se asimila a varias cosas, de ahí las correspondencias que vemos en todos los libros y webs que nos hablan de ello. Así, el chakra del corazón es el encargado de transmutar las energías del amor, el primer chakra es el encargado de transmutar las energías de la abundancia, el segundo trabaja con las energías de la sexualidad o la creatividad, etc.

Cuando los chakras están funcionando bien, se comportan como “remolinos”, es decir, están girando y haciendo mover el tipo de energía al cual están asociados en perfecta armonía por todo nuestro cuerpo. Cuando algún chakra está parcialmente cerrado, “giran” a menor velocidad, o están parcialmente bloqueados, que es lo mismo que decir que la energía asociada a ellos no fluye por nuestro sistema físico, energético y los cuerpos sutiles. Los bloqueos de los chakras están asociados cada uno a su propia función, siendo evidente que por ejemplo, la represión de los sentimientos es un bloqueo principalmente en el chakra del corazón, los problemas de comunicación son bloqueos en el chakra de la garganta, problemas sexuales son bloqueos en el segundo chakra, etc.

En una persona, cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno de ellos estará abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita del campo de energía universal (energía que también se llama Chi o prana, y de las energías globales que nuestro ADN sintoniza).

Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, la corriente fluye del centro hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo y estas energías no se procesan, aquí es cuando se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las energías que le llegan.

FUNCIONES DE CADA CHAKRA Y ÁREAS DE MANIFESTACIÓN

En el proceso de manifestación, los chakras son el segundo paso por el cual transmutamos esas energías genéricas que han sido sintonizadas por nuestro cuerpo, a través de nuestro ADN, para reducirlas aún más en frecuencia, siendo cada chakra encargado de un tipo de “energía genérica” en concreto:


EL PRIMER CHAKRA es el encargado de transmutar todo lo relacionado con la abundancia, los deseos materiales, la carrera profesional. También las sensaciones de seguridad, de pertenencia a la sociedad en la que habitamos, nuestro entorno, etc.

EL SEGUNDO CHAKRA es el centro del poder personal, la creatividad, la sexualidad y también energías asociadas a las finanzas y a la abundancia material, aunque en menor grado que el primer chakra.

EL TERCER CHAKRA nos ayuda a desarrollar nuestra estima personal y nuestra Personalidad. Transmuta los conceptos de placer y extroversión, sabiduría espiritual y conciencia de la universalidad de la vida, así como el poder y la voluntad.


EL CUARTO CHAKRA es el centro de poder del sistema energético del cuerpo. Este es el chakra del equilibrio entre los chakras llamados superiores y los inferiores, por lo que su energía es el puente entre ambos y en él se reúne lo material con lo espiritual. Transmuta las energías asociadas al amor, las relaciones, la pareja, la interacción con otras personas nivel de sentimientos.

EL QUINTO CHAKRA es el responsable de la transmutación de las energías de la comunicación, la expresión, la palabra, la comprensión y el entendimiento. También es un chakra responsable de energías creativas, en conjunción con el segundo, aunque este último más influenciado por los sentimientos y emociones, y el quinto más sobre conceptos e ideas.

EL SEXTO CHAKRA rige la claridad mental y espiritual. Es el chakra de la intuición el que desarrolla la clarividencia. Transmuta las energías más sutiles de compresión de planos y conceptos más elevados, así como la capacidad de llevar las cosas a la práctica.

EL SÉPTIMO CHAKRA es nuestra conexión con lo divino, nuestra espiritualidad, nos proporciona la capacidad de conectarnos con energías más sutiles y universales. También rige la habilidad para manifestar lo que deseamos a niveles más genéricos, el poder mover y trabajar con energías. Transmutas las energías de unidad con el resto de la creación y el sentirnos parte de ese “todo”.

Así, lo que vemos es que esas energías globales y universales que captamos a través del ADN serán transmutadas por el chakra que corresponda, que si está en buen funcionamiento, será el encargado de reducir aún más su frecuencia y vibración, cada vez convirtiéndola en energías más “físicas” y preparándolas para ser “emitidas” en el inicio del proceso de atracción.


Correspondencias entre chakras y órganos del cuerpo

CUERPOS SUTILES: EMOCIONAL Y MENTAL

Hemos dicho hasta ahora de que los pensamientos y las emociones son los que atraen nuestra realidad hacia nosotros, pero ¿Quién o que emite esos pensamientos y emociones? En este caso, los responsables de “llevar” y “proyectar” al exterior estas energías son dos de los llamados “cuerpos sutiles”.
¿Qué son los cuerpos sutiles?

Nuestro sistema energético global, además de los sistemas “internos” tales como los canales energéticos, los chakras y las capas del aura, poseemos los llamados cuerpos sutiles que siguen latentes y activos aun cuando el cuerpo físico ya ha cesado su actividad. Son las diferentes capas que la “conciencia” o el alma se pone cuando entra en un cuerpo físico, en una nueva encarnación, y son parte muy importante de nosotros en el proceso de manifestación de nuestra realidad.

Los dos cuerpos sutiles que más nos importan, porque son los dos que intervienen
directamente en la manifestación de nuestra realidad son nuestro cuerpo mental (conjunto de nuestros pensamientos) y nuestro cuerpo emocional (conjunto de nuestras emociones y sentimientos).

EL CUERPO EMOCIONAL

El cuerpo emocional o psicosoma, con frecuencia denominado también cuerpo astral, es el portador de nuestros sentimientos, de nuestras emociones y de las cualidades de nuestro carácter; ocupa aproximadamente el mismo espacio que el cuerpo físico. En una persona poco desarrollada emocionalmente sus contornos están poco delimitados y el cuerpo emocional se presenta como una sustancia nebulosa que se mueve caótica y desordenadamente en todas las direcciones. Cuanto más desarrollada esté una persona en la definición de sus sentimientos, sus simpatías y las cualidades de su carácter, tanto más claro y transparente se manifestará su cuerpo emocional.

Ninguno de los otros cuerpos no materiales marca con tanta fuerza como el cuerpo emocional la visión del mundo y nuestra realidad, es decir, tiene el mayor poder de atracción de todo el conjunto de nuestro sistema energético. En el cuerpo emocional se hallan almacenadas, entre otras, todas nuestras emociones, sobre todo las no liberadas, las angustias y agresiones conscientes e inconscientes, las sensaciones de soledad, rechazo y falta de autoconfianza, etc. Y por supuesto también toda emoción positiva que radiemos: alegría, felicidad, paz, tranquilidad, etc., que se emiten a través del aura en esas “ondas imán” y transmiten el mensaje inconsciente que enviamos al mundo exterior de cómo nos sentimos.

El pensamiento consciente y los objetivos mentales del cuerpo mental tienen poca influencia sobre el cuerpo emocional, que sigue sus propias leyes. El cuerpo mental puede dirigir el comportamiento hacia el exterior, pero no suprimir las estructuras emocionales inconscientes.
Así, por ejemplo, una persona puede aspirar conscientemente al amor o el éxito, e
inconscientemente irradiar frecuencias energéticas contradictorias de celos y falta de autoconfianza, que le impedirán alcanzar su objetivo consciente.

EL CUERPO MENTAL

Nuestros pensamientos e ideas, y nuestros conocimientos racionales e intuitivos, tanto los generados a nivel consciente como subconsciente, son llevados por el cuerpo mental o mentalsoma. Su vibración es mayor que la del cuerpo etérico y la del cuerpo emocional, y su estructura es menos compacta.

En una persona poco desarrollada mentalmente, el cuerpo mental tiene la apariencia de una sustancia blanca lechosa. Cuanto más vivos son los pensamientos y cuanto más profundos son los conocimientos intelectuales de una persona, tanto más claros e intenso son los colores que irradia su vehículo mental.

Todo aquello que generamos constantemente a través de nuestros procesos mentales conforma el conjunto del cuerpo mental, que de nuevo, al igual que con el cuerpo emocional, se emiten al exterior en busca de atraer y manifestar aquellas energías que resuenen a la misma frecuencia. En este cuerpo mental nos vamos a encontrar tanto los pensamientos positivos sobre nosotros mismos y nuestra percepción de la realidad, como todas las creencias limitadoras y pensamientos negativos que generamos a la par.

PROCESO COMPLETO DE TRANSMUTACIÓN ENERGÉTICA

Ahora que hemos visto los diferentes componentes de nuestro sistema energético que intervienen en el proceso de manifestación consciente, vamos a ver porque y como hay personas que se encuentran constantemente atrayendo hacia sí mismos todo tipo de situaciones y cosas “ideales” sin aparentemente ningún esfuerzo, y como otras personas atraen, sin ser conscientes, todo lo contrario.

PASO 1- SINTONIZANDO CON LA ENERGÍA INFINITA

Bien, ya hemos dicho que todo lo que existe es energía, esta energía son “ondas” que nosotros “sintonizamos”. La energía del amor es una “onda” con una frecuencia concreta, la energía de la abundancia es otra “onda” con otra frecuencia concreta. Son energías genéricas, abstractas, universales, infinitas, están en todos lados y no desparecen nunca.

Tienen más o menos esta pinta (A representa un tipo de energía, D otro, C otro, etc.). Están mezcladas, superpuestas entre sí, pero al tener diferentes frecuencias no se “molestan” las unas a las otras.

Para poder manifestar la contrapartida “física” de lo que estas energías universales representan, debemos transmutarlas a nuestro plano frecuencial. La transmutación se hace en nosotros mismos, siendo nuestro ADN las “antenas” que sintonizan cual radio estas ondas. Las hélices del ADN “recogen” estas frecuencias y las introducen en nuestro sistema energético.

Este es el primer paso de transmutación de la energía de un concepto global, a algo que más adelante será algo “físico”.

PASO 2- PRIMERA TRANSMUTACIÓN ENERGÉTICA-CHAKRAS

La energía que nuestro cuerpo a través del ADN recoge se canaliza a través del chakra correspondiente, por ejemplo, las ondas que correspondan al amor serán metabolizadas en el cuarto chakra, las energías de la abundancia son metabolizadas en el primer chakra.

PASO 3- CONVERSIÓN DE LA ENERGÍA DEL CHAKRA HACIA EL CUERPO EMOCIONAL

Una vez el chakra correspondiente ha procesado la energía recibida, hemos reducido y adaptado a la frecuencia de nuestra “realidad” para que pueda interactuar con el mundo en el que vivimos. A partir de aquí, esta energía se incorpora a nuestro sistema energético, y se convierte en una de las frecuencias que emitimos al exterior a través de nuestro cuerpo emocional y del cuerpo mental, en lo que llamamos “ondas-imán” pues a partir de ahora, todo aquello que estemos emitiendo empezará a atraer aquello que resuene a su misma frecuencia. Este es el momento en el que esa energía “universal” genérica está ya incorporada a nosotros y empezamos a emitir aquella “señal” que funcionará como imán para aquellos elementos en nuestra realidad que concuerden con ella.

PASO 4- CANALES DE MANIFESTACIÓN

No es sin embargo hasta que esa energía que hemos atraído hacia nosotros es transmutada una vez mas o canalizada a través de los canales de manifestación que vemos el resultado físico de esta “creación” de nuestra realidad.

Para la energía de la abundancia los canales de manifestación son por ejemplo una tienda, una web online, un sistema de recepción de pagos, una nómina a final de mes (poco flexible, pero canal al fin y al cabo), etc. Para la energía del amor, un canal de manifestación puede ser una reunión, un club de encuentro, una cita, etc. Solo cuando existe una forma “física” de que las energías transmutadas lleguen materialmente a nosotros, podremos percibir el resultado de nuestra “creación”. Sobre canales de manifestación veremos más detalles a continuación.

MEJORA Y OPTIMIZACIÓN DE CADA PASO

Para poder optimizar cada paso es evidente que debemos trabajar a muchos niveles. El primer paso se mejora a través de la intención consciente de sintonizar “más cantidad” de energía, o usando símbolos de poder para ello (lo veremos luego).

El segundo paso se trabaja limpiando a fondo los chakras y se pueden usar gemas y minerales para mantenerlos sanos u otras técnicas para ello (veremos cómo hacerlo).

El tercero se trabaja con cualquier terapia que elimine residuos en el cuerpo emocional y mental (también lo veremos) y el cuarto paso es en el que debemos ponernos en “acción” para crear las estructuras físicas que nos permitan materializar la energía que estamos atrayendo.

Acabamos de descubrir cuál es la segunda forma en la cual manifestamos nuestra realidad de forma inconsciente y genérica, dejando actuar a nuestro sistema energético al completo para que transmute las energías universales que nos rodean por doquier.

Todas aquellas personas cuyos cuatro pasos funcionan a la perfección, sin bloqueos, sin restricciones, se encuentran con que son manifestadores natos, sin quererlo, sin pedir ningún deseo en concreto. Atraen hacia si diferentes facetas y representaciones de la abundancia, del amor, de la creatividad, del poder, etc., etc., y no han tenido que pasarse toda la noche pensando en su trabajo favorito como habíamos visto en el ejemplo del poder del subconsciente.

Este “sistema” es algo a lo que debemos intentar tender siempre, a tener estos cuatro pasos funcionando al 100% de forma automática, algo que ya veremos no es fácil, y que combinado con la creación detallada que veremos luego, nos darán un control y un poder mucho mayor sobre lo que manifestamos en nuestra realidad.

CANALES DE MANIFESTACIÓN

Los canales de manifestación son una parte primordial del proceso de creación. Tienen tanta o más importancia que todos los primeros pasos juntos.

Todos entendemos la lógica “física” detrás de la Ley de la Atracción, el hecho de que nuestro cuerpo energético se comporta como un imán, que tiende a atraer hacía sí aquellos objetos o situaciones que contienen el mismo tipo de “frecuencia” que nosotros es la analogía más fácil para representar su funcionamiento. Sin embargo, lo que más nos cuesta a todos entender es el hecho de que nosotros además debemos poner los medios para que esas cosas o situaciones lleguen a nosotros si deseamos que se materialicen lo más rápidamente posible.

El baúl en la playa

Imaginemos que estamos en lo alto de una pequeña colina desde la cual vemos a unos pocos cientos de metros de distancia una playa, en la playa resulta que hay un baúl que contiene un objeto que deseamos, algo que queremos atraer. Desde nuestra colina, cogemos una cuerda muy larga que tenemos y la lanzamos, con tan buena puntería que conseguimos enganchar el baúl, y así, al estirar fuerte, podemos arrastrar el tesoro hacia donde estamos. Sin embargo, resulta que entre la playa y la colina hay un montón de maleza, zarzas, arbustos, que ralentizan el acercamiento de ese cofre, por mucho que estiremos. La resistencia de las ramas, las piedras del suelo, la maleza que se engancha, etc., hacen terriblemente difícil que por mucho esfuerzo que hagamos, consigamos atraer el baúl a nosotros al ritmo deseado. Evidentemente que si seguimos estirando tarde o temprano lo conseguiremos, y tendremos el objeto deseado junto a nosotros en la colina, pero sería mucho más fácil si por ejemplo pudiéramos limpiar un poco el camino, quitando piedras, o cortando parte de las zarzas.

En el ejemplo anterior, el baúl es por supuesto aquel evento o cosa que queremos manifestar, se encuentra en cualquier punto de nuestra realidad pero aún no lo percibimos o no lo hemos atraído a nuestro lado, la cuerda es la energía que emitimos, la frecuencia que literalmente hace de imán y se engancha a nuestro deseo, y las zarzas y matorrales son los obstáculos físicos y movimientos que debe hacer ese objeto para llegar a nosotros.

Básicamente si queremos acelerar el proceso tenemos dos formas de hacerlo, o bien estirar de la cuerda con una fuerza impresionante (incrementar enormemente la potencia de nuestro imán) o bien allanar todo lo posible el camino para que a igual fuerza de atracción, exista menos resistencia para que el objeto nos llegue. Esto último es lo que llamaremos los canales de manifestación.

Crear un canal de manifestación no es otra cosa que ponerle las cosas más fáciles a nuestro imán interno para que se encuentre los menos obstáculos posibles en el proceso de atracción de aquello que queremos. Se trata de crear las estructuras que permitan que ciertas cosas, eventos, personas o situaciones tengan lugar. Por ejemplo, si deseamos que entren en nuestra vida nuevas amistades o relaciones sociales, podemos quedarnos en casa o podemos apuntarnos a un club, organismo, actividad, en el cual entre y salga gente, en el cual, gracias al ser una estructura ya creada sea fácil que se puedan dar las circunstancias para que encontremos a esas nuevas amistades.

Si estamos emitiendo fluidamente energías asociadas al amor, las relaciones, etc. porque nuestro proceso de transmutación automática está a pleno rendimiento, la ley de la atracción funcionará en ambos casos, tanto si nos quedamos en casa (nunca se sabe que nuevos vecinos van a llegar a vivir en nuestro bloque) como si vamos a un lugar en el cual la resistencia a la manifestación de nuestro deseo sea menor (más gente, más conexiones, más situaciones en las cuales podemos terminar materializando ese deseo). Si queremos atraer más abundancia material es más fácil tener nuestro propio negocio o servicio, al cual lleguen “de la nada” nuevos clientes, que trabajar en una empresa donde el flujo energético de la abundancia encuentra más resistencias hasta llegar a nosotros.
Si buscamos trabajo o nuevas oportunidades profesionales, hemos de poner nuestro currículo en funcionamiento, asistir a encuentros, reuniones, lugares donde puedan aparecer “de la nada” aquellos que nos abrirán las puertas a esa nueva oportunidad profesional. Muy importante: Hay que moverse siempre en la dirección general de aquello que queremos, y hacer así que la parte física y energética del proceso fluya más fácilmente.

La cuestión es quitar del medio todos los bloqueos y obstáculos que creamos puedan interferir en el proceso, allanando el camino hacia nosotros de aquello que queremos atraer. Cuantas más zarzas y piedras del camino quites, más fácilmente podrás llegar a tener el baúl contigo en lo alto de la colina.

LIMPIANDO NUESTRO SISTEMA ENERGÉTICO-ESTADO VIBRACIONAL

Vamos a un apartado práctico. Limpiar nuestros cuerpos sutiles para empezar a desbloquear esas “ondas imán” de energías “negativas”. El ejercicio que te explico ahora se llama Estado Vibracional, y lo que vamos a tratar de conseguir es poner esas energías internas precisamente a eso, a vibrar, para que se suelten, para que se puedan mover por el cuerpo, para que se desbloqueen.

Acumulando energía

Cerrando los ojos y relajándonos vamos a concentrar nuestro atención en nuestro cuerpo etérico, en la energía que nos recubre físicamente, que podemos notar “en contacto” con nuestra piel. Notamos como existe ese pequeño cosquilleo desde los pies a la cabeza, si focalizamos nuestra atención en una mano, quizás notemos la sensación de calidez que genera la energía de nuestro cuerpo sutil.

Lo que vamos a hacer ahora es, simplemente por el poder de nuestra voluntad, mover y subir toda la energía que podamos a nuestra cabeza, encima de la misma, alrededor del chakra de la coronilla. Vamos a ir subiendo la energía por los pies, piernas, tronco, brazos, etc., hasta acumularla en la cabeza, pensándolo, ordenándolo. Una vez notamos que hemos acumulado parte de nuestra energía en la cabeza, la vamos a mover mentalmente hacia abajo, recorriendo todo el cuerpo, hasta que llega a los pies. La volvemos a almacenar toda en los pies de nuevo, y cuando lo hayamos hecho, volvemos a mandarla hacia arriba, recorriendo todo nuestro cuerpo, sintiendo como esa energía sube.

Instalando el estado vibracional

¿Cómo hacer que toda nuestra energía se ponga a vibrar? Lo que haremos será ir
incrementando la velocidad y la intensidad del movimiento de subir y bajar energía desde la cabeza a los pies. Es una cuestión de voluntad. Cada vez más rápido de forma que vayamos arrastrando en cada pasada bloqueos que puedan existir en cualquier parte de nuestro cuerpo al ir pasándoles “la escoba” energética que acabamos de crear. A medida que vamos incrementando la rapidez, notaremos que empezamos a “vibrar”, se crean unas vibraciones que no es otra cosa que nuestros cuerpos sutiles entrando en una especie de resonancia.
Dejemos que sigan esas vibraciones, pues estamos desenganchando energía atascada, bloqueada. Podemos dejar este efecto actuar unos minutos y luego poco a poco hacer que cesen y volver a nuestro estado normal.

Bloqueos y repetición

El ejercicio que os acabo de explicar tiene buenos resultados si se hace con constancia. Conseguir un estado vibracional que sea potente y que haga romper estructuras energéticas estancadas requiere bastante práctica. También será común encontrar bloqueos en varios chakras (sobre todo en el tercer y cuarto) cuando estemos intentando subir y bajar energía por el cuerpo. Para romper estos bloqueos, hay que “empujar” con voluntad la energía hacia abajo y hacia arriba, para que pueda atravesar el chakra y desbloquearlo. Personalmente en los primeros intentos mi energía “daba un salto” o “se iba por los lados” al llegar al tercer chakra, así que tenía que “obligarla” a pasar por el medio para romper y desbloquear lo que estuviera ahí atascado.

La sensación después de hacer 5-10 estados vibracionales al día es que parece que tus energías fluyen mucho mejor por todo tu sistema, lo cual repercute enormemente en la potencia y calidad de la energía que emitimos al exterior.

Ducha magnética

Otro ejercicio para mantener limpio nuestros cuerpos energéticos.

El agua es el limpiador universal por excelencia, todo lo que se usa para limpiar en este planeta tiene al agua como base. La ducha que nos metemos cada día es el ritual de limpieza físico y corporal que todos llevamos a cabo, pero lo que quizás no conocíais, es que también actúa como limpiador “energético”. El hecho de darnos una ducha ya hace que nuestras energías, a un cierto nivel, se “limpien”, pero si además lo hacemos con una pequeña dosis extra de energía consciente, tenemos lo que llamamos una “ducha magnética”.

El objetivo no es otro que eliminar, con nuestra propia energía, y gracias al efecto
“arrastrador” del agua de la ducha, esos pequeños bloqueos y energías estancadas que podamos tener en nuestra aura.

Para ello lo que haremos será simplemente “exteriorizar” energía. Es decir, cuando nos estemos duchando podemos tranquilamente cerrar los ojos, y “sacar” nuestra energía como si estuviéramos llenando un balón, a todo alrededor nuestro. Exteriorizar energía no es otra cosa que “ordenarle” mentalmente a nuestro cuerpo que emita “hacia fuera” su fuerza, que la proyecte. Nos rodeamos mentalmente de esa energía y nos recubrimos de ella. Estamos sacando energía que al entrar en contacto con el agua, y ser arrastrada, ayudará a eliminar residuos estancados y pegados a nosotros.

El efecto de la ducha magnética, cuando la hacemos por unos minutos conscientemente, no provoca solo la relajación del cuerpo físico, sino de todos los cuerpos del aura, por lo que nos ayudará a sentirnos bien a muchos niveles, habiéndonos desprendido de todo tipo de residuos que hayamos acumulado durante el día y que nos están impidiendo que nos encontremos armonizados completamente.

Abrir y limpiar chakras- Visualización

Para trabajar los chakras por nuestra cuenta, también podemos usar técnicas de visualización como la que os explico a continuación.

Sentados cómodamente, vamos a relajarnos y visualizar que nos entra un haz de luz por nuestro séptimo chakra, que baja directamente por nuestra espina dorsal hacia el primer chakra, el chakra base.

Mentalmente vamos a imaginar cómo esta luz envuelve ese chakra, visualizando el remolino o la bola que es ese vórtice energético y ordenamos mentalmente a la energía que lo haga girar, lo limpie, lo desbloquee, lo sane. En la visualización podemos empezar a notar como ese chakra suelta energías estancadas, o se va limpiando. Tras pasar unos minutos en ese chakra, movemos mentalmente la energía al siguiente.

Estamos ahora en el segundo chakra, y repetimos el proceso. Lo recubrimos de luz, de energía pura, lo limpiamos, lo desbloqueamos, lo hacemos girar. La energía obedece a nuestras ordenes mentales, así que le indicamos que sane el chakra en su totalidad. Tras unos minutos, vamos a visualizar como conectamos el primer y el segundo chakra con un canal limpio por el cual esta energía fluye libremente y sin obstáculos.

A continuación subimos al tercer chakra, y repetimos el proceso. Una vez desbloqueado, mentalmente conectamos este tercer chakra al canal que tenemos entre el primero y el segundo, notando como ahora fluye perfectamente la energía entre nuestros tres primeros chakras. Y así sucesivamente, vamos envolviendo energéticamente cada chakra, los vamos limpiando, desbloqueando, y conectándolos entre sí. Este ejercicio con constancia y práctica nos ayuda a mantener todos los chakras en buen estado para que transmuten correctamente el máximo de energía posible hacia los cuerpos sutiles.

Otras formas de limpiar chakras y cuerpos sutiles

Puesto que a nosotros nos interesa mantener limpios al 100% nuestros chakras y nuestros cuerpos sutiles (y todo nuestro sistema energético en general) hemos de tener una o varias técnicas para ello que podamos usar regularmente. Existen decenas de herramientas, desde la gemoterapia y el uso de piedras, sesiones de sanación energética, reiki, terapias basadas en el sonido, etc. Cada uno tendrá sus preferencias, y sus combinaciones, lo importante es usarlas de forma constante para mantener los “emisores” de la energía que vamos a manifestar en pleno funcionamiento.

Cancelando los efectos negativos

Otra cosa que podemos hacer es aprender a detectar nuestros pensamientos “negativos” y aprender a cancelarlos inmediatamente .¿Cómo hacemos para cancelar energías que ya hemos proyectado sin darnos cuenta? Pues emitiendo mentalmente una orden de sentido contrario. Es decir, si nuestros pensamientos son ondas mentales, que tienen una frecuencia, amplitud y potencia determinada, cuando generamos una onda de sentido contrario ambas se cancelan.

Podemos hacer dos cosas, lo primero, emitir un pensamiento contrario a lo que nos hemos dado cuenta que estamos emitiendo. Si no hacemos más que pensar en que tenemos un problema que no se va a solucionar, vamos a pensar en que se va a solucionar. Esto no va a arreglar nada, simplemente va a cancelar las energías que manifiesten obstáculos a la solución de nuestro problema, que es lo que estamos emitiendo en primer lugar, de forma que al menos, aunque sigamos teniendo el problema, no estamos echando más leña al fuego atrayendo situaciones que confirmen que no podemos quitárnoslo de encima.

También podemos usar una frase o afirmación genérica, que podamos proyectar hacia el exterior en cualquier momento, y que viene a ser algo así como:

“Creo la intención de cancelar cualquier manifestación de todo tipo de forma de pensamiento negativa o emoción negativa que haya podido proyectar, bloqueando su aparición en cualquier forma en mi realidad”.

Ejercicio: Trabajar durante unos días las diferentes técnicas vistas para limpiar nuestro sistema energético, empezar a transmutar de forma genérica estas ondas “globales” para conseguir manifestar estos conceptos de forma automática.


CURSO DE CREACION CONSCIENTE 3ª parte


CREACIÓN CONSCIENTE Y EXPLICACIÓN DETALLADA DE LA LEY DE LA ATRACCIÓN


Ya hemos visto que crear nuestra propia realidad no tiene más misterio teórico que atraer de todas las posibles realidades en potencia existente en el inconsciente colectivo, aquella que vibra acorde a nuestros pensamientos y emociones, y por otro lado dejar que nuestro sistema energético transmute genéricamente las energías presentes alrededor nuestro en esos conceptos que representan.

El inconveniente en este primer caso, cuando no trabajamos con energías universales sino que dejamos que sea una parte de nuestro ser quien de forma automática se encargue de esa manifestación para los detalles de cada día, es que perdemos el control de lo que atraemos a nosotros, por lo que es importante ahora concentrarnos en el proceso contrario: entender como conscientemente podemos emitir y atraer las energías que moldean nuestros deseos y objetivos.

VUELTA AL PODER DEL PENSAMIENTO

Así que volvamos a recuperar el concepto de que el principal componente y artífice de que algo nos ocurra, cuando lo deseamos, es la intensidad con la que mantenemos ese deseo en nuestra mente cuando sabemos que es lo que queremos atraer. Este concepto es la base de la creación consciente.

Cuando tenemos claro un deseo, no es lo mismo que nuestro “láser” mental esté 24 horas enviando una gran cantidad de energía toda con la misma información, que una vez a la semana pienses en algo, y no vuelvas a acordarte hasta el mes siguiente. Este es un punto tan crucial que no hay forma de esquivarlo. Si tienes en tus manos un cañón de agua y quieres moldear una piedra con él, ¿Cómo lo conseguirás de forma más rápida? ¿Dedicando dos horas cada día a plena potencia o 10 minutos cada fin de semana que te acuerdes?

COSAS QUE SE MATERIALIZAN Y COSAS QUE NO: NIVEL DE RESONANCIA CON EL DESEO

El mayor obstáculo a nuestro poder de atraer lo que deseamos, como imanes que somos es el tiempo que tarda en materializarse ese algo y llegar a presentarse en nuestra realidad, ya que depende de muchos factores, siendo uno de los más importantes el nivel de resonancia vis a vis con el deseo emitido (es decir, la vibración nuestra global que sea la misma frecuencia que la de esa cosa o persona que queremos atraer). Así, es extremadamente fácil entender por qué no podemos hacernos millonarios de la noche a la mañana, por qué no atraemos a la persona de nuestros sueños, o por qué solo nos pasan “desgracias”.

Solo atraemos las cosas cuando estamos constantemente en el mismo nivel “frecuencial” o vibratorio que aquello que deseamos, o dicho de otro modo, solo podemos atraer aquello que es igual a nosotros, energéticamente hablando, cuando nuestro pensamiento y emociones tiene las mismas “vibraciones” y componente energético que aquello que estamos deseando de forma sostenida. Eso es algo que puede retardar que aparezca en tu vida ese amor soñado, ese millón de euros o el chalet en Ibiza.

Una forma de ver que estamos generando, de forma genérica, es analizar cómo es la gente, la situación y el entorno que tienes alrededor, cómo es tu realidad actual, cómo vives, y entenderás cómo eres tú mismo en este momento, y qué está saliendo del manantial de emisiones que representa cada célula de tu cuerpo.

¿Qué significa eso? Simplemente que no puede sucederte nada con lo que no resuenes al mismo nivel que el evento que quieres que pase, sea algo físico, como conseguir algo material, o sea algo intangible, como encontrar a la persona ideal. Si, por las circunstancias que sea, algo así termina en tus manos, posiblemente lo terminarás perdiendo de nuevo, a no ser que hagas el esfuerzo y el trabajo interno necesario para ponerte “al nivel” de aquello que has recibido (de ahí que personas que reciben inesperadamente una cantidad de dinero muy superior a aquella que están acostumbrados a tratar, la pierdan en pocos meses para volver al estado financiero que resuena con ellos, en el que estaban con anterioridad, a menos que aprendan a vibrar rápidamente al mismo nivel que la nueva situación económica trae consigo).

¿PODEMOS MATERIALIZAR TODO AQUELLO QUE NOS PROPONEMOS?

Basados en nuestra libertad de elección y pensamiento, tenemos el poder de generar las situaciones que deseamos formen parte de nuestra vida. Todo pensamiento lanzado al universo con suficiente energía se convierte en un deseo recogido que se pone en marcha para hacerlo realidad. Si cambiamos a medio camino de idea muchas de las cosas que ya estaban preparadas para ocurrir se cancelaran u ocurrirán de otra forma, y nuestro deseo original simplemente no sucederá ya que hemos cambiado de idea.

Por ejemplo. Imagínate que estas fastidiado por tener siempre gente ruidosa alrededor en la oficina que no te permite concentrarte, y quieres cambiarte (mentalmente) a otro lugar más relajado donde puedas hacer tus cosas con más tranquilidad. En el momento en que deseas mentalmente que te cambien de sitio ese deseo se convirtió en una energía que empieza a preparar los cambios necesario: por ejemplo, un problema en las máquinas de aire acondicionado que exigiera un traslado, una excusa para que pudieras pedir el cambio de mesa, una reorganización del equipo, cualquier cosa que físicamente hubiera dado ese resultado podría haberse puesto en marcha.
Sin embargo, días después, tras pasar un día sin que nadie te moleste decides que tampoco estas tan mal y que no necesitas cambiar…. ahhhh! ¡Dijeron por ahí arriba! ¡Habíamos empezado a planificar las acciones que habrían de ocurrir para que pudieras cambiarte y ahora lo cancelas! Ósea, que al final no te has movido de tu sitio y si quieres hacerlo será mejor que lo decidas claramente y mantengas tu deseo.

CONTEMPLANDO VS CREANDO

Nuestro problema cotidiano es que no sabemos que somos capaces de co- crear nuestra propia vida y por eso cambiamos tan a menudo lo que queremos. Vivimos en actitud “contemplativa” y no “creativa”. La primera sería dejar que se genere la vida que se manifiesta inconscientemente, usando el primer método que hemos visto, la segunda, sería el uso constante de las herramientas de creación de la realidad para influir en aquello que atraemos.

En este caso, el secreto es ser consciente en todo momento que todas y cada una de las situaciones que vivimos han sido creadas por nosotros mismos con un simple pensamiento o un conjunto de emociones que se ha mantenido lo suficiente en el tiempo para que todas las acciones y sucesos necesarios para que ocurriera tuvieran tiempo de convertirse en realidad.

¿Qué pasa cuando queremos crear algo que no podemos tener/ no es el momento / no estamos preparados? El tiempo que tardará ese deseo en convertirse realidad será proporcional a lo fácil/difícil, preparado/no preparado que uno este, ya que estar “preparado" no significa otra cosa que vibrar energéticamente a la misma frecuencia que tenemos.

Digamos que ahora quiero ser astronauta, con todas mis fuerzas, es una pasión y solo pienso en ella, solo emito ese objetivo focalizado. ¿Qué hará el universo/el inconsciente colectivo/las realidades superiores para que yo sea astronauta?
Probablemente las fuerzas de la sincronicidad se pondrán inmediatamente en marcha y pondrán ante mis ojos algún anuncio de algún periódico sobre la carrera espacial, caerán en mis manos libros al respecto “por casualidad”, encontraré gente que me hablará de ello, me apuntare a cursos, me meteré de lleno en la carrera espacial, aparecerán los profesores adecuados y las oportunidades adecuadas y quizás en 10 años pueda hacer mi primer viaje espacial. Mi deseo se ha cumplido porque durante estos diez años he mantenido mi intención y lo he puesto fácil para que se pusieran delante mío las puertas abiertas que tenía que cruzar (y tuve el coraje de cruzarlas). He seguido las señales y he cruzado las puertas. Poco a poco me he ido acercando energéticamente a ese deseo, he crecido y evolucionado para ser capaz de asimilar cada paso. He vivido en modo “creativo”. Pero he tardado 10 años en materializar mi deseo. Nada hubiera ocurrido si al mes y medio hubiera dicho “ahora quiero ser bombero”.
Otro grito allá arriba por el trabajo hecho en vano…


EL PROCESO DE ATRACCIÓN

Estudiemos ahora más en detalle todo el proceso energético de la llamada Ley de la Atracción.

Desde el momento que deseamos algo hasta que aparece en nuestra vida el impulso energético pasa por diferentes estados o fases. Es importante conocerlas pues nos indican en qué punto se encuentra la materialización de nuestro deseo. El tiempo que tarda en materializarse algo que deseamos depende de muchos factores, siendo uno de los más importantes tu preparación y nivel de resonancia con el deseo esperado (la vibración a la misma frecuencia de la energía del deseo).

EL IMPULSO ALFA

Se denomina impulso u onda Alfa al pensamiento inicial que lanzamos cuando deseamos algo.

Es la energía concentrada, el láser de nuestra mente que dispara hacia el exterior la idea que deseamos atraer hacia nosotros. Al igual que un rayo lumínico, nuestro impulso alfa tiene diferentes niveles de potencia y alcance, un deseo débil, con dudas, con ahora lo quiero ahora no lo sé, no genera más que una débil onda con el contenido energético de aquello que queremos manifestar. Un deseo fuerte, constante y seguro es como un haz directo y potente que va directo a esa piscina de energía que es el universo con la imagen del deseo a atraer.

LA REFLEXIÓN BETA

Una vez hemos generado nuestro deseo (consciente o inconscientemente), el universo nos responde con lo que se denomina reflexión Beta. Es una especie de “acuse de recibo” que nos indica que se ha “recibido” nuestra petición. Funciona de forma casi instantánea y sutil, de forma que no siempre nos damos cuenta. Ejemplos de esta reflexión beta es por ejemplo querer manifestar cierta cantidad de dinero y de repente nos encontramos 5 euros en un bolsillo de un pantalón viejo, o escuchamos casualmente una conversación relacionada con el tema con alguna indicación referente al deseo de incrementar el dinero. La reflexión beta no falla nunca, pero no todo el mundo se presta a detectarla.

LA ÉPOCA DE CALMA (Y PROGRESO)

Una vez hemos obtenido el “ok” de que nuestro deseo se ha recibido, debemos mantener la “concentración” y nuestro “laser” enfocado para que la energía que enviamos forme en esa enorme “piscina” universal aquello que queremos. En este caso, la forma más eficaz de mantener nuestra energía mental moldeando constantemente nuestro deseo es por medio de “sentir” aquello que deseamos como si ya lo tuviéramos.

Es decir, si quieres un coche nuevo, produce mejores resultados y en menos tiempo sentir la sensación de conducir esa maravilla mecánica, el viento de la ventanilla, los fantásticos asientos de cuero, la potencia del coche. Tu imaginación y un poco de voluntad pueden hacer el resto. Sentir es más potente que pensar, contiene más energía, por ello, cuando sientes lo que quieres como si ya lo estuvieras disfrutando, es como si pusieras la potencia de tu onda energética al máximo y sintonizaras tu frecuencia interior con la frecuencia del deseo. En este caso, estamos trabajando de igual forma que hacíamos cuando hablábamos del proceso de transmutación energética, que hacemos de forma inconsciente, solo que ahora, nos “autogeneramos” esas emociones que van a potenciar esa “onda-imán” que ha de atraer nuestra petición.

Es en esta fase cuando la mayoría de personas abandonan y cuando sus ondas de deseo se diluyen. Como comentaba, debes estar preparado para recibir lo que pides, y debes dar tiempo a que esto aparezca en tu realidad. La clave aquí es mantener constante el sentimiento de que ya tenemos lo que hemos pedido, y puedes hacerlo de muchas formas: visualizando, con afirmaciones, concentrándote cada día en ello, etc. Veremos todo eso más adelante.

PROCESO DE MATERIALIZACIÓN Y CAMBIO DE ESTADO: SINCRONICIDADES Y OPORTUNIDADES

Aunque no nos demos cuenta, nuestro deseo se empezó a formar desde el mismo momento en que el universo (término genérico) nos envió su reflexión beta. En estos momentos aquello que deseamos se encuentra en cualquier lugar del planeta y debe pasar por varios estados y pasos hasta aparecer en nuestra realidad. Así, nuestro deseo debe comenzar a gravitar hacia nosotros, a la vez que nosotros nos ajustamos cada vez más al nivel frecuencial de ese deseo, para que los iguales se atraigan lo más rápidamente posible.

Es en esta fase cuando empezaran también a llegarte las oportunidades o indicaciones que debes tomar o hacer para encontrar tu deseo. Estas oportunidades no tienen sino la finalidad Curso de creación y manifestación consciente de prepararte para recibir lo que has pedido o bien para indicarte el camino hacia dónde vas a encontrarlo. Hay que estar atento y saber reconocerlas, pues las puertas que se abren, si no se cruzan, tardan tiempo en volver a abrirse.

FUERZAS CONTRARIAS-TRABAJAR EN “PRESENTE” Y NO IMPLICÁNDONOS DEL PROCESO

La Ley de la Atracción tiene además una parte un poco más compleja que también vamos a ver. ¿Te has preguntado por qué cuando tienes prisa todos los semáforos están en rojo?, ¿por qué cuando quieres tranquilidad a toda costa hay gente tirando petardos en la calle? o ¿por qué cuando no quieres hacer nada tu jefe no para de darte trabajo?

LA LEY DE TRES

Cada uno de los pensamientos enviados por nuestra mente se compone en realidad de tres conceptos:

• La fuerza activa (el deseo que queremos manifestar)
• La fuerza pasiva (el deseo contrario, la contraparte)
• La fuerza neutra (la manifestación real, lo que el universo nos trae).

Tenemos total control sobre la primera fuerza (si controlamos nuestros pensamientos y las emociones), podemos aprender a controlar la segunda y no tenemos ningún control sobre la tercera, que es el resultado de la primera más la segunda.

EL UNIVERSO DUAL

Nada puede existir sin su opuesto. Por cuanto nada puede conocerse si no se conoce lo que representa su contrario. No puedes entender el amor si no existe el odio, no puedes entender y experimentar la libertad si no conoces la dependencia, no puedes expresarte en la abundancia si no existiera la falta de recursos. Todo tiene que tener un opuesto en este mundo para poder conocerlo y vivirlo en todo su esplendor, y, aunque no queramos reconocerlo, si no existiera ese opuesto, que en muchos casos vemos como algo negativo, jamás podríamos disfrutar plenamente de lo que queremos.

El frío no puede existir sin el calor, y el blanco sin el negro, aunque solo queramos vivir en sitios donde haga calor, tiene que existir un sitio donde haga frío para que ello sea posible. Aunque solo sea en un pequeño rincón minúsculo de un pequeño sitio del planeta, pero el opuesto de todo aquello que existe en nuestra realidad tiene que estar representado en algún nivel de la misma, para que nosotros podamos apreciar y experimentar eso que estamos deseando.

PROCESO DE CREACIÓN

Al igual que no puede haber blanco sin el negro, calor sin frio, arriba sin abajo, cuando queremos manifestar algo en nuestra realidad esto no puede existir sin su contrario. Partiendo del concepto universal sobre el cual queremos trabajar (por ejemplo abundancia) o de un deseo concreto el universo actúa de la siguiente forma:

• Lo que tu envías: quiero trabajar por mi cuenta, tener mi propia empresa y no tener jefe para no tener que darle explicaciones a nadie

• Lo que el Universo recibe: petición de generar situaciones que impliquen libertad (el concepto universal que incluye nuestra petición) + petición de generar situaciones que impliquen dependencia (lo contrario de libertad)

• El resultado: aparecen en tu vida oportunidades para empezar a montar tu empresa, gente que te da consejos, cursos que tomar, pero tu jefe en tu trabajo actual no deja de acosarte con más y más cosas por hacer, te invita a más reuniones, y te hace trabajar más y más en proyectos que implican hacer cosas con otros compañeros.
Como ves, la tercera fuerza te ha generado tu petición + la petición contraria.

La Ley de los Opuestos y la Ley de la Atracción

Si quieres crear algo, se tiene que crear su opuesto también. Y si ves que cuando deseas algo con todas tus fuerzas, lo que ocurre es que primero ves aparecer ante ti precisamente lo contrario, en vez de echarte atrás y pensar que el proceso de creación consciente no está funcionando, lo que tienes que hacer es prestar atención a la implicación que estas poniendo en la fuerza pasiva, que vemos ahora.

Lidiar con la fuerza pasiva- No anticipación

A más energía ponemos en lo que queremos, más energía se pone también en el proceso contrario. El universo no puede distinguir/proporcionar algo sin proporcionar su contrario (de momento). Trabaja como un TODO. Como una sola cosa. Jamás podríamos saborear la libertad y la risa si no existiera en algún lugar la dependencia y el llanto.

Ahora, ¿Cómo hacer que la fuerza pasiva, contraria, trabaje a nuestro favor y no se materialice en nuestra realidad?

La forma de hacerlo es “olvidándonos” del proceso, en el sentido de no concentrarnos en monitorizar como va a llegarnos lo que hemos pedido, y dejar que se manifieste la parte contraria allá donde deba (no tiene por qué ser de forma material, sino simplemente existir como concepto en algún nivel) y no limitar opciones. Se trata de vivir en un estado de NO ANTICIPACION, es decir, no estar constantemente enfocados en prevenir como y cuando va a llegar nuestro deseo.

Cuando estamos constantemente esperando a ver cómo y cuándo va a llegar aquello que estamos deseando materializar, proyectamos además una energía de “restricción” que se incorpora al proceso de manifestación (estamos potenciando la fuerza pasiva). El estado mental y anímico ideal para permitir que el proceso funcione seria el mismo que el sentir, por ejemplo, que pedimos una pizza por teléfono, pero que si no llega, no pasa nada, pues tenemos otras cosas en casa para comer.

Esa actitud de “relajación” mental y emocional respecto al deseo que estamos queriendo atraer hacia nosotros, provoca una fluidez total a nivel energético para que el proceso de la ley de la atracción haga su parte sin problemas. Cuando estás trabajando para atraer algo, pero no estas anhelándolo, sino que hay una cierta distancia emocional y mental al respecto, tanto la fuerza activa como la fuerza pasiva de la Ley de Tres, actuaran con la máxima potencia y rapidez.

Especialmente importante es el hecho que hemos de olvidarnos de los pasos y de los medios que se usarán para hacernos llegar hasta ese objetivo. ¿Para qué vamos a preocuparnos y limitar nuestras opciones? El universo conoce millones de formas de hacernos llegar lo que queremos, y el hecho de trabajar en un estado de constante previsión de cómo y cuándo ha de materializarse nuestro objetivo limita y promueve la fuerza pasiva, creando más resistencia a la llegada del mismo.

Trabajar en presente

Además, es muy importante recalcar que hemos de pensar y sentir “en presente”, es decir, como si nuestro deseo ya se hubiera materializado. ¿Por qué? Porque si no, nuestro “laser” mental incluye un componente de manifestación “futura”, es decir, cada vez que pensamos en algo, pensamos que queremos atraerlo, pero no que lo tenemos, de forma que se pospone indefinidamente la manifestación de ese deseo. Es necesario trabajar mental y emocionalmente como si ya tuviéramos en nuestra vida aquello que se desea, para que la vibración que generamos sea la que “ya tenemos eso”, de forma que la realidad exterior deba acelerar su proceso para igualar a la realidad interior a la que estamos vibrando.

HERRAMIENTAS DE CREACIÓN DE LA REALIDAD

Vamos a ver ahora diferentes herramientas que tenemos a nuestra disposición para potenciar el proceso de creación consciente.

Uso consciente de la intención

El proceso más genérico y primario es el uso de la intención. La intención es básicamente el deseo genérico y focalizado de obtener un resultado. Es la idea lanzada al universo sobre lo que queremos conseguir, pero sin entrar en detalles. Una intención es por ejemplo decir que a partir de ahora deseas trabajar a tiempo completo como profesor, que deseas cambiar de trabajo, que deseas cambiar de casa, etc. La intención no proporciona detalles y al no hacerlo, estás dando libertad a la energía creadora para que manifieste el deseo en el escenario que mejor te convenga.

La intención pide “un deseo”, fuerte y claro, pero no pone barreras a cómo debe llegarnos y deja que los escenarios posibles se vayan creando por si solos. Esto requiere cierto sentido de dejarse llevar por la vida y confiar, sobre todo confiar al 100% en que lo que nos llegue será el mejor escenario para nosotros, aunque no fuera así como lo hubiéramos planificado.

Este método también vale para recibir respuestas, por ejemplo, tienes una duda sobre el origen del universo (por poner algo sencillito) y pones la intención de recibir información al respecto. No estás visualizando el libro de Física donde está la explicación en la página 40, sencillamente porque tú no sabes dónde está esa información, así que confías en que te llegará en el momento oportuno de la forma más oportuna.

VIVIR DE INTENCIÓN EN INTENCIÓN

El día a día se puede tornar un continuo de sorpresas fantásticas si vivimos de intención en intención. Cuando vivimos creando desde un nivel más genérico, dejamos que la vida nos sorprenda, y contamos las etapas de la misma no por días o años, sino por intenciones cumplidas. Cuando se ha manifestado lo que queríamos, volvemos a plantear la intención para el siguiente paso, dejando que sea el universo quien, sabiendo lo que nos viene de perlas, se encargue de hacérnoslo llegar.

MANTRAS Y AFIRMACIONES

La forma más eficaz de usar el poder de la intención es a través de mantras y afirmaciones, simplemente por el hecho de que ponemos todo nuestro poder mental y emocional en un objetivo que repetimos verbal o mentalmente sin cesar, llegando incluso a incorporar esta petición a nuestro subconsciente, aprovechando entonces el poder de este, que hemos visto al principio, para ayudarnos a “enganchar” ese deseo que buscamos.

Un mantra no es más que una frase, unas palabras, con un significado especial para ti, que repites una y otra vez. El poder de las palabras es igual que el poder de los pensamientos. Y cada palabra emitida trae consigo una energía que manifiesta el significado de eso que estamos diciendo.

Un mantra puede ser tan genérico o tan concreto como queramos. Puede ser una frase tan simple como “soy capaz de hacer cualquier cosa que me propongo“, ” mis sueños se hacen fácilmente realidad“, “soy paciente, sereno y eficaz“, “soy una persona abierta a todo el mundo“, etc. O puede ser algo como “he conseguido el trabajo en la empresa X, o me han subido el sueldo, o he encontrado el amor de mi vida”, etc.

El mantra incorpora a tu cuerpo mental y emocional, según la carga energética y afectiva que pongas al recitarlo, los componentes de la intención que quieres manifestar. El impulso Alfa emitido constantemente, y a su vez reflejando un estado de no-anticipación de los resultados.

Para elegir el mantra que más te conviene en estos momentos deberías examinar que es aquello que te preocupa, o que más te pasa por la cabeza en estos momentos. Busca en tu realidad externa pues ella refleja las situaciones precisas que en estos momentos necesitas pasar para evolucionar. Si te ves envuelto en problemas de comunicación por doquier, elige un mantra al respecto, si en estos momentos tú esfuerzo está en conseguir ciertos objetivos, puedes repetir “consigo mis objetivos fácilmente”, etc.

USANDO EL “PRESENTE”

Como ya hemos visto, el “truco” de las afirmaciones y mantras es trabajar con ellas en tiempo presente, es decir, hablando como si ya hubiéramos conseguido o estuviéramos consiguiendo en estos momentos eso que deseamos manifestar. Cuando decimos “tengo éxito en todo lo que me propongo”, “me he cambiado a la casa de mis sueños”, “me han dado el trabajo de supervisor”, etc., estamos dando la orden de que algo ya ha sucedido, por lo que el proceso de manifestación energética ha de acoplarse a esa orden y ha de ponerse en sintonía con la misma.

Cuando decimos o afirmamos “conseguiré el trabajo de mis sueños”, en tiempo futuro, estamos diciéndole al universo que algún día lo conseguirás, cuando lo repites hoy igual estás pensando en mañana, pero cuando lo repitas mañana entonces será para pasado mañana, y así ad infinitum, de forma que el proceso de atracción siempre funciona para un tiempo “futuro”, es decir, nunca lo veras manifestado. Hay que trabajar siempre como si ya tuviéramos y estuviéramos disfrutando de aquello que aún no tenemos, porque es la forma de que las energías sintonicen y se adapten para la manifestación física del deseo que pedimos.

INCORPORAR LA PARTE “NEGATIVA”

Una de las afirmaciones que a mí me han gustado siempre es la que dice “Cada día, en todos los sentidos, estoy mejor y mejor”, y existen múltiples otras que forman potentes emanaciones de energía que resultan en la manifestación física de aquello que deseamos. Sin embargo, resulta que muchas veces no llegamos a creernos lo que estamos pidiendo, y el mecanismo, según todas las explicaciones sobre la Ley de la Atracción, falla.

El hecho es que no podemos manifestar aquello que no damos por bueno, que no nos creemos en algún nivel, ya que, aunque a nivel de cuerpo mental, estemos enviando una energía que está tratando de manifestar algo concreto, a nivel de cuerpo emocional o incluso de forma subconsciente estamos mandando otra frecuencia que la cancela, pues no consideramos posible que nuestra intención mental pueda cumplirse. La forma de solucionar esto es simple, o bien trabajamos con aquello que consideramos posible y SENTIMOS como posible, de forma que tanto nuestro cuerpo mental y emocional estén en sintonía, o bien incorporamos a la intención la parte “negativa” de la petición que estamos haciendo.

Realizar una intención, afirmación o petición completa es tan sencillo como añadir un “aunque” al final de la misma. Es decir, “cada día voy a estar mejor y mejor, aunque no sepa cómo hacerlo”, “pongo la intención de atraer amor a mi vida, aunque no estoy seguro de conseguirlo”, “elijo ser feliz hoy mismo, aunque no lo sienta así” en estos momentos, etc. Se trata simplemente de incorporar la frecuencia o vibración que a priori podemos tener en el cuerpo emocional en nuestra petición mental. El resultado es que estamos indicando que confiamos en el poder del “universo” para que nos ayude a manifestar lo que deseamos, incluso cuando podamos tener dudas de ello. Las peticiones no se cancelan, sino que se complementan y se apoyan, porque dejamos pasar la petición A PESAR de nuestras posibles dudas, con lo cual es más de una ocasión tiene más efecto y más rápido que cuando no incorporamos esta parte “negativa” de la misma.

VISUALIZACIÓN

La segunda herramienta, tras el trabajo con intenciones, afirmaciones y mantras es la visualización y el poder de la imaginación para desencadenar las “ondas-imán” que han de atraer aquello que queremos.

Visualizar no es nada más que “imaginar”. Imaginar no es nada más que forzar una serie de imágenes en nuestra mente, en un estado relajado, que nos evocan y representan aquello que deseamos manifestar con todo lujo de detalles.

El proceso de visualizar significa que nos sentamos en casa unos minutos cada día y ponemos toda nuestra intención en imaginar nuestro deseo cumplido y nosotros dentro de la escena (no sea que se le manifieste al vecino de al lado). La idea es que si queremos algo en concreto, nos veamos en imágenes mentales disfrutando de ese algo, que representemos los detalles de cómo estamos en ese momento, de cómo nos sentimos, dela satisfacción de haber conseguido el objetivo. Este tipo de visualización tiene como resultado dos cosas, primero, genera esas ondas imán con una gran potencia energética, y luego, modifica y ajusta nuestro nivel energético al nivel energético o la vibración de aquello que deseamos, consiguiendo que seamos un mejor “receptor” de nuestro deseo. Esto último es muy importante, para ajustar nuestro nivel energético a aquello que deseamos, solo tenemos que cambiar nuestra vibración. Nuestra vibración no es más que el conjunto de energía que somos, y esa energía depende de lo que pensamos y sentimos, entre otras cosas. Visualizando algo, generamos unas frecuencias, que incorporamos a nuestro sistema energético, que a su vez no solo se emiten hacia el exterior, sino que ajustan nuestro estado vibracional a la onda-imán que hemos creado con nuestro deseo.

Puesto que somos libres de imaginar lo que queramos, funciona muy bien usar todos los detalles que creamos importantes para nosotros una vez hayamos conseguido lo que buscamos, tanto a nivel mental como emocional, es decir, proyectar en nuestra pantalla mental los sentimientos que tenemos, así como los colores, olores, componentes físicos y materiales, etc. de lo que buscamos crear.

DREAMBOARD

Otra herramienta que tiene que ver también con la visualización y con el trabajo a nivel subconsciente es lo que llamamos un tablero de sueños. Siguiendo con el concepto que solo aquello que realmente destacamos con claridad de todo lo que se nos pasa por la cabeza tiene el potencial y el poder de ser realmente alcanzado, vamos a trabajar esta vez con imágenes físicas, para crear nuestra dreamboard, o tablón de nuestros sueños. Básicamente se trata de un collage de imágenes. Algo que todos hemos hecho en el colegio, recortando fotos de las revistas, de tebeos, de periódicos, y luego pegándolas sobre una cartulina para crear un popurrí de representaciones gráficas.

CONSTRUYENDO TÚ DREAMBOARD PASO A PASO

Para crear una dreamboard primero debéis tener claro que es lo que queréis conseguir en cada una de las áreas de vuestra vida. Debemos generar una lista de objetivos, de la que en este caso vamos a buscar una representación gráfica de cada uno de esos deseos. Por ejemplo, si te quieres cambiar de piso, busca imágenes de lo que sería para ti el piso ideal, si quieres un coche nuevo, busca una foto del coche de tus sueños, si te quieres poner en forma, recorta imágenes de gimnasios, etc. Por pasos:
Lista las cinco o seis áreas en las que dividirías todo aquello que quieres: pongamos, por ejemplo, familia, dinero, bienestar, entorno social, trabajo y finanzas. Anota tus objetivos para cada área.

Búscate una cartulina, o más rápido, ábrete un fichero Word en blanco, lo pones en formato horizontal, le quitas todos los márgenes y ya tienes tu cartulina online.
Busca las imágenes que representen adecuadamente cada uno de tus objetivos.

Es ESENCIAL que encuentres la imagen que mejor resuene con lo que deseas. Busca en google, en directorios de internet, en tus fotos personales, etc. Si quieres un buen coche azul, no te pongas una foto de un seiscientos rojo. Si buscas un concepto más abstracto, intenta encontrar un símbolo o una imagen que para ti represente eso que buscas (por ejemplo, si buscas desarrollo espiritual puedes buscar imágenes de sabios, de guías espirituales, mándalas, etc.).

Divide tu cartulina en áreas. Pon una foto tuya en el centro y el año en curso (trabajaremos mejor con dreamboards anuales). Todo tiene que llegar a ti, así que asegúrate que tu foto se encuentra alineada en el centro del espacio. Luego, por todo alrededor, y por grupos, empieza a colocar las imágenes. Ponle un título a cada grupo de imágenes. Donde has puesto las fotos del piso, coche, etc., escribe por ejemplo: abundancia. Donde tienes la foto de tu familia (si la has puesto), puedes escribir: amor y felicidad.

TRABAJANDO CON NUESTRA DREAMBOARD

Al igual que nuestra lista de objetivos, para que nuestra dreamboard sea efectiva tenemos que verla cada día. La razón es simple, inculcar a nivel subconsciente la petición de que eso es lo que debe atraer hacia nosotros, y por supuesto, auto-recordarnos que hemos de lanzar esos impulsos alfa constantemente cada vez que la veamos.

Yo lo que hago es ponérmela como fondo de escritorio, así, varias veces al día me encuentro queriendo o sin querer fijándome en lo que deseo atraer. Le mando los mensajes a mi mente de que eso es lo que se debe materializar en mi vida en este año. El refuerzo visual constante es la señal que nuestra mente subconsciente necesita para saber cuáles son sus prioridades, y para mantener un alto nivel de energía enfocada constantemente hacia ese objetivo. Los deseos de la dreamboard, por alguna razón, funcionan más bien a largo plazo, ya que las imágenes tienen un poder de detalle que las palabras no tienen, y se necesita más tiempo para que EXACTAMENTE eso que hemos puesto en la cartulina, se materialice en nuestra realidad.

CREACIÓN DE SÍMBOLOS DE PODER

Los que usáis y conocéis algunos tipos de terapias energéticas ya sabéis que se usan símbolos para transmitir o aplicar una cierto tipo de energía que ese símbolo representa. Nos sirven de ayuda para dar una orden pre-fijada al sistema energético que estamos tratando para que ejecute una acción, por ejemplo, si aplicamos un símbolo que representa la salud o la felicidad, estamos enviando la energía que ese símbolo representa de forma que la energía canalizada tenga ese efecto en concreto.
Pues bien, una cosa que podemos hacer de forma muy sencilla, es crearnos nuestro propio símbolo de poder, darle una orden, es decir, programarlo, y empezar a usarlo para aquello que lo hemos creado. Esta herramienta nos va a venir perfecta tanto para el paso de atraer más energía genérica de un cierto tipo (lo que veíamos cuando hablamos de la captación energética a través de los chakras) como para generar una “onda imán” potente y concreta.

CREANDO NUESTRO PROPIO SIMBOLO

Un símbolo tiene dos partes, el “dibujo” y el nombre del mismo. Supongamos que vamos a crear uno que nos ayude a protegernos energéticamente cuando salimos cada día de casa, podemos inventarnos un dibujo para ello, supongamos que escogemos que el dibujo del símbolo sea un círculo con un punto en el centro, simbolizando el punto como nosotros mismos, y el círculo como la protección que se nos brinda. Y a este símbolo lo vamos a llamar “protección”. En nuestro caso, usaremos símbolos para manifestar conceptos genéricos de energías universales, como lo que hemos visto en capítulos anteriores, es decir, para potenciar que manifestemos de forma consciente conceptos genéricos tales como abundancia, amor, salud, etc., aunque podemos generar un símbolo concreto para un objeto especial, un objetivo detallado, etc.

GENERACIÓN ENERGÉTICA

Una vez sabemos cómo lo queremos llamar y representar, vamos a entrar en una pequeña meditación o estado muy relajado, vamos a inspirar, hacer que la energía que nos rodea entre en nosotros y se vaya concentrando en las palmas de las manos, que vamos a poner una frente a la otra, como si estuviéramos creando un globo de energía entre ellas. Nos vamos a imaginar que por los palmochakras (los chakras de la palma de la mano) sale esa energía que recogemos y se va juntando como un gran globo. Simplemente con la intención consciente de que la energía fluya hacia vuestras manos y se concentre ahí será suficiente. Una vez notamos que tenemos un cúmulo de energía entre ellas, vamos a “moldear” esta
energía, como si estuviéramos trabajando un trozo de barro, vamos a darle la forma del símbolo que queremos, mentalmente y moviendo las manos, le vamos a dar forma esférica, vamos a dibujar ese círculo y luego dibujaremos ese punto en medio. De esta forma, tenemos energéticamente creado nuestro propio símbolo de poder.

PROGRAMACIÓN DEL SÍMBOLO

Ahora tenemos que indicarle a esa energía que debe hacer cada vez que la invoquemos, y para ello lo que haremos será darle el nombre, mentalmente, o podemos decir algo así como: te programo para que me protejas energéticamente y tu nombre será “protección”, “te programo para que atraigas abundancia a mi vida” “te programo para que me ayudes a manifestar una relación sana”, etc., etc. Podéis repetirlo varias veces si lo deseáis.

Cuando lo tengáis programado, ya está listo para ser usado. Y lo primero que podéis hacer es insertaros ese símbolo en vosotros mismos, llevando las manos hacia vuestro cuerpo, por ejemplo hacia el chakra del corazón, y haciendo como si metierais el símbolo en vuestro interior. Dependiendo de la programación del símbolo, habrá lugares más adecuados para su inserción, por ejemplo, si es un deseo material, de carrera profesional, etc., usaremos el primer chakra, si es de amor, relaciones, etc., usaremos el cuarto, si tiene que ver con la espiritualidad, el desarrollo personal, usaremos el séptimo chakra, etc.

A partir de ahora, cada vez que queráis aprovecharos del poder del símbolo que habéis creado, no tenéis más que entrar en una pequeña meditación, dibujad mentalmente o con vuestras manos el símbolo e “insertarlo” en vosotros mismos repitiendo su nombre varias veces para “activarlo”. E incluso lo podéis insertar en otras personas. La energía que habéis creado ahora tiene una función y una representación, así que cada vez que la uséis estaréis reforzando su programación y poder. Y así para cada cosa que deseéis crear, podéis crear símbolos para atraer abundancia, amor, felicidad, protección, etc.

Ejercicio: Trabaja y prepárate estas herramientas de creación de la realidad que hemos visto, escribe y usa tu propio mantra, prepara tu tablón de sueños, créate tu propio símbolo de poder y empieza a usarlos para manifestar aquellos deseos u objetivos que quieras conseguir.






CURSO DE CREACIÓN CONSCIENTE 4ª parte


OBSTÁCULOS PERSONALES A LA CREACIÓN DE NUESTRA REALIDAD

Teniendo claro todos los mecanismos que hemos visto hasta ahora, vamos a ver un poco más en detalle las piedras que nosotros mismos nos tiramos al tejado cuando nos ponemos a trabajar en estas técnicas y métodos.

Desafortunadamente, para la mayoría de las personas, son varios los impedimentos que trabajan en nuestra contra para ello.

Proyecciones negativas de los demás sobre nuestra realidad

Uno de los primeros problemas que nos encontramos es que todo nuestro entorno, queriéndolo o sin querer proyecta sobre nosotros multitud de bloqueos y obstáculos para crear lo que deseamos. Básicamente el problema es que se nos enganchan a nuestro sistema energético energías de otras personas que incluyen una vibración en nosotros mismos que no es la que de forma natural deberíamos emitir.

Lo que sucede normalmente es que hay veces en que los demás sueltan sus opiniones negativas acerca nuestro y nosotros, conscientemente o inconscientemente, aceptamos esas opiniones como válidas. Suele pasar que igual estás pasando un periodo sintiéndote de tal o cual forma, y que la imagen que damos sea un reflejo de esa situación, haciendo a su vez que otros se creen una percepción irreal y nos la transmitan de vuelta. No hay nada malo o negativo especial en estas situaciones tan corrientes, lo malo es cuando esas “opiniones negativas” se transforman en pensamientos reales que nos tragamos y que se “anclan” a nuestra aura.

Si imaginamos nuestros pensamientos como plastilina, podemos visualizar como dirigiendo un pensamiento negativo hacia el aura de otra persona, ese pensamiento puede quedarse “pegado” en ella. Para que esto ocurra deben suceder varias cosas, 1) que ese pensamiento realmente tenga una carga energética enorme, 2) que este mantenido en el tiempo, y 3) que nosotros lo aceptemos.

Si por cualquier motivo, de repente, todo tu entorno empieza a pensar en ti como alguien “torpe” (por decir algo, aunque tú no lo seas), la imagen que todos aquellos que te rodean proyectan sobre ti va a crear un “pegote” en tu aura que va a transmitir a todo aquel que se cruce contigo esa sensación de que eres una persona torpe. Claro que este pegote solo se habrá quedado enganchado si tú le has dado permiso (la mayoría de veces de forma inconsciente), pues quizás en los últimos días se te han roto varias cosas, o lo que sea, y de alguna forma, has aceptado al oír esa opinión que quizás sí que eres algo torpe.

Al haberte creído que eres torpe y el tener ahora ese “parche” energético que no has creado tú, sino los otros, pero que tú has dado como bueno, tu “ser” empezará a transmitir hacia el exterior la señal de que “eres torpe”, pues esa nueva vibración ya es parte de tu ser, de tu aura, y se une a todo aquello que radias hacia el mundo. Recuerda que tu realidad exterior depende de tu realidad interior, así que ahora simplemente le estás diciendo a todo el universo que tú, en tu interior, eres alguien torpe.

A partir de aquí es pura ley de la Atracción en marcha. Aquello que emites atrae situaciones de idéntica frecuencia vibratoria y patrón energético, así que básicamente has completado el círculo. Algo que a priori tu no eras, sino que fue creado artificialmente por las opiniones de los demás sobre ti, pero que tu diste por válidas, se ha convertido en un componente muy real de tu aura y ahora te ves envuelto en un montón de historias en las que el componente básico es que sigues siendo torpe, lo cual, validará la imagen que los demás tienen de ti, y reforzará tu propia opinión de ti mismo.

Eliminando patrones energéticos negativos

Hay varias formas de cancelar estas formas de pensamiento negativas, una de ellas es simplemente hacernos limpiezas energéticas regularmente, mediante cualquier tipo de terapia o mediante los ejercicios que hemos visto anteriormente del estado vibracional, etc. Otra forma es cancelar conscientemente, cuando nos damos cuenta de lo que estamos emitiendo, el patrón vibracional que emitimos, algo que ocurre cuando dejamos de creer y poner energía en ellos. Otra forma es directamente bloquear esas proyecciones de los demás sobre nosotros, como os explico a continuación.

Esa no es mi realidad

Para evitar esto anterior, al menos para minimizarlo, lo que podemos hacer fácilmente y de forma consciente es bloquear esas formas de pensamiento negativas.

Hace mucho tiempo me propuse a mí mismo un ejercicio, cada vez que oía algo o alguien me decía alguna cosa que en realidad yo no deseaba que fuera parte de mi “mundo”, me dijera a mí mismo “es posible, pero esa no es mi realidad”. Empezó con cosas tan tontas como ir al parking a recoger la moto uno de estos días que ha estado cayendo agua a mamporros y oír como el vigilante me decía “David, ¡que te vas a poner empapado!”, y aunque le contestaba amigablemente, mentalmente decía “esa no es mi realidad, no me voy a mojar en este trayecto”. O cuando iba a comprar y la gente en la tienda hablaban de lo mal que están las cosas, y yo pensaba “puede, pero esa no es mi realidad”, o cuando alguien te decía que era difícil hacer esto o lo otro, siempre pensando “puede, pero no en mi realidad”.

Y es que si algo no te gusta o no quieres que a ti te suceda, te afecte o te influya, ¿Por qué aceptarlo como valido? Rechazar que algo se manifieste en tu vida es tan sencillo como decir mentalmente “esto no forma parte de mi realidad”, y se desactiva (dejemos de lado lecciones en la vida y demás eventos importantes). No aceptes las típicas conversaciones, consejos o predicciones de aquellos que hablan por hablar, porque es lo que han oído, han visto en la tele o les han dicho, y sobre todo, de aquellos que están construyendo su mundo en base al mundo de los demás. Si a ti te dicen que la economía está mal, que hoy hace un día de perros, que hay una pasa de gripe y la vamos a pillar todos, que no hay forma de conseguir algo que deseas, etc., bloquéale el paso a esa energía y dite a ti mismo “no lo acepto, para mí, eso no forma parte de mi realidad”, y sigue adelante.

Solo cuando aceptamos la energía que nos envía nuestro entorno con el mensaje que sea, es cuando le damos permiso para que se convierta en parte de nuestro mundo. Si no quieres algo, se consciente de que no lo quieres en tu día a día, y no le des permiso para que se convierta en realidad. Sea lo que sea, desde la cosa más tonta a la cosa más trascendental, si no es de tu interés, ¿Por qué ibas a tener que dejar que se manifestara en tu mundo? El ejercicio requiere de cierta práctica, pero cuando llevas días haciéndolo, notas que hay cosas que realmente dejan de pasarte, porque tú has decidido que no sea así.

Procesos y proyecciones desde el cerebro reptil

Sin embargo no solo las proyecciones de los demás son un peligro potencial para la obstaculización de la manifestación de aquello que deseamos, sino que nosotros mismos, en niveles muy profundos, podemos auto bloquearnos todo tipo de esfuerzos de creación conscientes, este caso, debido a proyecciones de lo que llamamos al complejo-R o cerebro reptil.

La evolución humana ha mantenido todos estos miles de años una parte de nuestro cerebro que proviene de las etapas más primarias del desarrollo de la misma. Esta parte, el llamado "cerebro reptil", aún sigue teniendo un papel importante en nuestra vida, pues controla las tendencias básicas que garantizan nuestra supervivencia — el deseo sexual, la búsqueda de comida o las respuestas agresivas del tipo de reacción: "huye o pelea".

En los reptiles, las respuestas automáticas al objeto sexual, a la comida o al predador potencial permanecen como actos reflejos y programados en el cerebro tal y como han estado durante los miles de años de evolución de la especie. En nosotros, en los seres humanos, muchos experimentos han demostrado que también existe una gran parte de nuestro comportamiento que se origina en zonas profundamente soterradas, que son las mismas que las que hace mucho tiempo dirigieron los actos vitales de nuestros antepasados.

Los impulsos y respuestas de nuestra mente animal no tienen nada que ver con las respuestas y el trabajo que hace nuestro cerebro humano. Es puramente “instinto”, son las reacciones que hacemos sin analizar, sin procesar, porque nos sale de dentro, al estar pre-programada una determinada respuesta a un cierto hecho o situación. En la vida diaria, el instinto nos avisa o nos protege, permitiéndonos actuar rápido, sea para notar una situación peligrosa sea para avisarnos que hay que comer urgentemente porque el cuerpo se muere de hambre. Esas respuestas no provienen de un análisis detallado de la mente, sino que salen desde lo más profundo de esta.

Pero este mecanismo tiene una parte negativa, nos condiciona a un nivel que no nos podemos ni imaginar. Como decía Carlos Castañeda, a pesar de que la mayoría de nosotros no hemos pasado nunca hambre, todos sufrimos de ansiedad por una posible falta de comida, a pesar de que probablemente nunca nos ha faltado lo básico, todos tenemos la sensación de que nos podemos quedar sin “nada”. Y eso en el día a día hace que una de las cosas que tiendes a proyectar en tu realidad es la “falta de”, pues a un nivel extremadamente profundo, estamos generando un miedo a “no tener” lo que sea. Esta proyección en este caso, proviene de la mente y del cuerpo emocional, y se añade al mecanismo de manifestación inconsciente que tenemos funcionando todos las 24h del día.

Ser conscientes y cancelar el comando

La forma de evitar que generemos y atraigamos una parte de situaciones relacionadas con la “falta de…” es ser conscientes de esta programación del cerebro reptil. En el momento en que notes cualquier tipo de ansiedad relacionada con la “supervivencia” a cualquier nivel, puedes cancelarla siendo consciente de que en estos momentos, no tiene sentido ni utilidad. Los “comandos” del cerebro reptil pudieron ser útiles a nuestros antepasados, pero a nosotros nos bloquean más que nos benefician. Reconocerlos y cancelarlos es el primer paso para librarnos de su poder sobre nuestro subconsciente.

Profecías auto-cumplidas y creencias limitadoras

Otro bloqueo más. Hay personas que tienen implantadas fuertemente en el subconsciente ideas tales como “no merezco que me quieran”, “no soy lo bastante bueno”, “no merezco esto”, etc. Como y cuando se han generado estas ideas da para otro curso en sí, pero lo que nos interesa conocer es que este tipo de pensamientos incrustados en nuestro subconsciente son la causa que en estos momentos tengamos problemas con todas y cada una de las relaciones en las que nos metemos, nunca consigamos llegar tan lejos como podríamos, se nos escapan las promociones laborales, nadie reconoce nuestra valía, la gente nos trata como si no fuéramos gran cosa, etc.

Pero no es el mundo exterior quien tiene la culpa, no son las personas con las que te cruzas, los jefes, las parejas, los amigos, los que son los causantes de que te sientas así, sino tú mismo.

A estas alturas ya sabemos que a esas personas tú las atraes para que se comporten así y atraes hacia ti esas situaciones que han de confirmar que nadie te quiere porque no te lo mereces, donde no te dan nunca el puesto que quieres porque tú lo has rechazado inconscientemente emitiendo fuertemente una señal que dice “no merezco esto”, etc. La vida de ahí fuera no es causa de lo que nos pasa a nosotros. La vida es el efecto de lo que somos nosotros.

El mismo proceso resulta de esas afirmaciones que nos decimos cada mañana en el espejo, en plan, “que gordo/delgado estoy”, “que guapo/feo me veo”, etc. Ya sabéis a que me refiero, es lo que hemos visto en el apartado de mantras y afirmaciones. El cuerpo sigue siendo pura energía moldeada a partir de la imagen que tenemos de él.

Si nuestra mente construye una imagen de nosotros mismos de una determinada forma, la energía del cuerpo se adaptará a esa forma. Es el típico caso de personas que por mucha dieta que hagan, siguen estando gordos, porque es lo que se dicen cada mañana cuando se miran al espejo. Y personas que a pesar de comer como cosacos, nunca engordan, porque simplemente se han dicho siempre a sí mismos que ellos no están gordos, sea en el nivel que sea. Las personas que se dicen cada mañana que se quieren, que se gustan y que les encanta ser como son, materializan esa realidad en su forma física, anímica y en su carácter. Recuerda que la imagen real de lo que somos no es más que una construcción de la mente, un holograma tridimensional que puede tomar la forma que nosotros, con constancia, le digamos que tome.

Hay muchos casos de gente que se ha curado de enfermedades usando entre otras cosas, afirmaciones y visualizaciones, o que han adelgazado (por ir a temas más mundanos) poniendo todo su empeño en convencerse a ellos mismos que se ven perfectamente.

Existen para ello varias técnicas que vale la pena explorar, como las terapias regresivas o la hipnosis, porque la mente consciente no podrá llegar nunca a hurgar lo bastante profundo en el subconsciente para limpiar todo aquello que se ha quedado ahí olvidado durante tanto tiempo, tantas vidas incluso. Y es que muchas veces estas afirmaciones tan radicales como “no merezco que me quieran” o “jamás de volveré a enamorar para no sufrir”, probablemente no tengan su origen ni siquiera en una situación real reciente, sino vete a saber en qué momento nos hemos podido jurar a nosotros mismos no volver a sufrir por amor (por ejemplo) y a partir de ahí es la realidad que manifestamos sin darnos cuenta de ello.

Para nosotros, lo importante es comprender que, vengan de donde vengan estas ideas, están presentes en nuestra mente actualmente y son las causantes de las cosas que atraemos hacia nosotros en nuestro día a día. Y que si nos damos cuenta que realmente estamos atrapados en uno de estos ciclos de manifestación del mismo tipo de situación una y otra vez, es necesario recurrir a algún tipo de ayuda para desenterrarlo de las profundidades del subconsciente y limpiarlo, dejando paso por fin a una nueva frecuencia que empiece a atraer hacia nosotros otra realidad mejor.

Ejercicio: Lista todas esas emociones y pensamientos negativos que pareces sentir o tener. Analiza tus creencias limitadoras, tus bloqueos auto impuestos, o aquello que tomamos del inconsciente colectivo y de la sociedad como válido. Sácalo a relucir, empieza a pensar y a incorporar conscientemente en tu mente que esas creencias ya no son válidas, añádelas como mantra si lo deseas para desactivarlas (es decir, si crees que no mereces algo, empieza a trabajar en sentir que SI que lo mereces).

Analiza lo que oyes de los demás que te pueda estar afectando, y prueba durante varios días seguidos el ejercicio de “esa no es mi realidad” hasta que notes cómo empiezas a no aceptar las proyecciones de los demás sobre ti.


Curso de creación consciente 5ª parte


DECODIFICANDO LA REALIDAD EXTERIOR

Hemos visto cómo funciona la parte “generadora” del mundo que vemos ahí fuera, pero aún no sabemos cómo funciona la parte “receptora”. Es decir, mi cuerpo, mi mente, emiten ondas y pensamientos que se transforman en algo que yo percibo como real y que no es otra cosa que aquello que tiene una frecuencia similar a lo que yo emito, pero ¿Cómo sé y percibo yo que eso que tengo es lo que he manifestado? ¿Cómo llega a construirse mi mundo real, el que veo con mis ojos, el que toco con mis manos?

Bien, pues malas noticias, no son tus ojos ni tus manos los que perciben el mundo que llamamos “real”. Es tu cerebro quien trabaja construyendo hologramas tridimensionales en base a, parcialmente, la información que recibe de los sentidos, y que en realidad no son más que la representación que considera válida para aquello que cree estar recibiendo. Y aun así, se inventa cosas. Pura ilusión.

“VIENDO CON LA”

Todo aquello que percibimos como real no es más que una proyección mental en tres dimensiones de lo que nuestro cerebro decodifica. Nuestros ojos no “ven”, es el cerebro el que “ve”. Los ojos son lentes que pasan información desde la retina hasta el cerebro, que es donde se forma la imagen. Nuestros ojos son como las ópticas de las cámaras que dejan pasar la luz, esos haces energéticos que existen ahí fuera, y los envían hacia el interior de la mente para procesar esa luz, sin hacer, en ningún momento, juicios o presunciones sobre que representa.

El ojo no sabe que está recibiendo la energía lumínica de una silla o de un elefante, y le da igual, su función es simplemente transmitir el haz hacia el interior. Sin embargo, en el camino hacia el córtex visual del cerebro, los lóbulos temporales editan, recortan y filtran hasta un 50% del haz lumínico inicial y solo esa parte editada de lo que en realidad habíamos percibido a través de la retina, es lo que llega al cerebro, que, entonces, se pone en marcha para “decidir” qué es lo que está recibiendo y a que corresponde esa energía que le ha llegado, y así construir a partir de aquí, la imagen en 3D de lo que cree tener delante.

Así, si lo que “vemos” está basado en menos del 50% de una información captada del exterior, ¿Cómo sabemos que es real y que es inventado? ¿Cómo se forma lo que percibimos como real para nosotros en nuestra mente? La respuesta es que el cerebro compone el otro 50% de información con datos de los que ya dispone, de nuestra presunción de cómo debe ser el mundo de ahí fuera, de lo que “esperamos” ver en realidad y de todo aquello que tiene acumulado en los bancos de memoria y a los cuales tiene acceso, a través del condicionamiento y la programación con la que nacemos, a través de nuestro ADN. Por eso cada uno “ve” las cosas de forma diferente, porque básicamente su holograma final, su representación tridimensional de ese objeto o situación que ha creado, ha sido generada a imagen y semejanza de lo que ha “encontrado” por “aquí dentro” para construirla.

El viaje de la luz desde que es percibida por nuestros “sensores” (los ojos) hasta que nos enteramos que estamos viendo algo (construimos la imagen) es impresionante. La luz entra a través de la córnea y traspasa la pupila, que controla la cantidad que pasa para proteger nuestro sistema visual a través del iris. Esta luz que ha traspasado la pupila llega seguidamente al humor vítreo, una especie de masa gelatinosa que tenemos todos detrás de la pupila y finalmente el haz lumínico llega a la retina que captura la imagen, pero lamentablemente, lo hace solo en dos dimensiones y al revés, por lo que para poder terminar de discernir qué es lo que estamos viendo, la luz es enviada al cerebro en el lóbulo occipital. Es aquí, y solo aquí, cuando el cerebro recompone la imagen y la completa con aquella información que le pueda faltar, crea un holograma tridimensional del objeto e informa a nuestra conciencia que está “viendo” algo, que finalmente resulta ser una silla.

Si nuestro cerebro hubiera recompuesto la imagen como algo totalmente diferente, y sin hacer demasiado caso de la información recibida a través de la vista, o haciendo alguna asociación errónea respecto ese haz lumínico que está registrando, estaríamos convencidos de que estamos viendo cualquier otra cosa, y esta otra cosa sería tan real para nosotros, por ejemplo un armario, como esa silla, porque la realidad se construye en nuestra mente, no en el exterior de la misma. Y básicamente lo mismo pasa con lo que oímos y escuchamos. La información es filtrada por nuestro sistema auditivo y solamente en el cerebro construimos la realidad que mejor nos va acorde a lo que esperamos oír, creemos oír o hemos oído previamente. Por eso cuando se dice algo, dos personas recibiendo la misma información pueden interpretarla de forma totalmente distinta y estar convencidos que su versión es la correcta, y ya no hablamos de discusiones entre amigos o pareja, lo que uno oye sobre lo que dice el otro, si se registrara y luego se pasara de nuevo para ser escuchado, sería realmente de espectáculo, pues todos oímos muchas veces lo que nos interesa o esperamos oír, simplemente porque el cerebro rellena la información que le falta con lo que encuentra en el interior del mismo y que concuerda con sus expectativas y creencias.

Esto implica solo una conclusión, la realidad que vivimos es solo aquella que nos cuadra con nuestras ideas preconcebidas, aquella que nuestra mente interpreta tal y como le va bien y aquella que se ajusta a nuestros pensamientos, sensaciones, y expectativas. Básicamente, vivimos la realidad exterior en base a nuestra realidad interior: nuestro trabajo, nuestras amistades, nuestra familia, nuestra salud o nuestra abundancia material.

CONSTRUYENDO LA REALIDAD COLECTIVA

Pero vamos un poco más allá, pues no estamos solos en el planeta. ¿Qué pasa con esta realidad que todos compartimos? Básicamente es una realidad impuesta, o creada por el cúmulo de pensamientos y energías lanzadas al subconsciente colectivo y a la cual nos enganchamos y aceptamos por conveniencia y por acuerdo global. Es decir, a todos nos interesa que exista una cierta estructura para poder navegar por nuestro día a día, y esa estructura, ese mundo compartido, es algo a lo que nuestra mente simplemente le ha dado el visto bueno, ha almacenado en su interior y es la información que usa para construir en nuestra mente las imágenes tridimensionales de todo lo que vemos y en lo que todos estamos de acuerdo que es así.

¿Qué es el inconsciente colectivo en realidad? Básicamente, lo podemos describir como información, ondas electromagnéticas, listas para ser decodificadas, un mundo ya creado y al cual solo nos “tenemos que enchufar”.

Este mundo electromagnético es percibido y “anclado” en nosotros a través de lo que nuestros sentidos perciben y la que termina, parcialmente, siendo decodificada por la mente, quien construye las asociaciones pertinentes y las imágenes tridimensionales que nosotros vemos como cosas reales, sólidas y tangibles.

¿Cómo podemos llegar a tener aquello que deseamos delante de nuestras narices, a vivir una situación una y otra vez, o a atraer siempre la misma clase de personas?

Recuerda de nuevo que lo que entra por nuestros sentidos es parte de lo que salió de nuestro subconsciente, de cuerpo mental o de nuestro cuerpo emocional. Imagínate que durante dos semanas solo haces que ver películas muy tristes, y que durante esas dos semanas tu mente se empapa tanto del sentimiento de tristeza que es todo lo que emana de ti. Vives en la tristeza, desprendes tristeza, vibras a la frecuencia de la tristeza. Ese sentimiento es lo que estás enviando constantemente, a través de nuestros pensamientos y emociones, al exterior.

¿Qué pasa entonces con nuestra realidad? Pues que lo vamos a atraer hacia nosotros, y los haces energéticos que entrarán por nuestros sentidos, recibidos del exterior, será pura energía asociada a sentimientos de tristeza, pues como imanes que somos, eso es lo que atraemos. ¿Y qué realidad entonces construye nuestra mente para nosotros? Pues un cúmulo de situaciones y eventos que producen y reproducen esa tristeza. Porque eso es lo que percibe, y aunque solo una fracción de eso que entra por la vista sea algo triste de verdad, como eso es lo que cuadra con el sentimiento interior que en este momento estamos teniendo, esa será la realidad que nuestra mente construya para nosotros (a lo mejor, el mismo hecho para otra persona, es percibido y reconstruido como algo totalmente diferente, pues su mente no espera decodificar una situación o evento que evoque tristeza, y por ende, no lo hace). Y así se crea un ciclo. Si no somos capaces de cambiar el sentimiento interior de tristeza, que se convirtió en lo que emitimos y que el imán que somos atrajo hacia nosotros enganchándose a aquellas ondas que vibraban igual, mientras estemos emanando esa frecuencia, atraemos solamente situaciones, eventos y realidades que concuerden con ese sentimiento de tristeza, que lo reforzaran y que mantendrán el circulo funcionando.

Visto todo lo anterior, es fácil deducir que, en realidad, no vivimos más que en un mundo de ficción, que parece muy real para nosotros, y eso no lo ponemos en duda, pero si pudiéramos coger un aparato que pudiera medir todo esto y salirnos fuera de esta dimensión, todo lo que podríamos registrar serian estos patrones frecuenciales que os he descrito.

¿Significa esto que podemos cambiar la realidad que percibimos como tangible? Pues depende. Si en un momento dado, todos nosotros hubiéramos decidido que el fuego no quema, el fuego no quemaría. Primero porque las sensaciones recibidas por el tacto sobre el calor entrarían en la mente, está buscaría asociaciones para intentar comprender qué es lo que está recibiendo y encontraría un archivo de información que dice que es fuego y que tiene unas características tales como que está frío, es húmedo y no hace nada. ¿Qué crees que haría la mente? ¿Enviar señales de “precaución, no lo toques” a la mano para que no se acercara? En ningún caso. Nuestra realidad seria que el fuego no quema, y el fuego no quemaría. Porque el fuego no es más que energía, y nosotros somos energía, y esa energía se traduce en una realidad en nuestra mente que dice que es inofensiva, y la energía de nuestro cuerpo diría que es inofensiva y reaccionaria como tal. Ni un solo nervio o alarma de precaución se dispararía en nuestro interior y el fuego, como energía que es, no tendría ningún efecto en nosotros. Eso sí, que nadie lo intente. No somos capaces de darle la vuelta a esta pre-concepción que tenemos tan aprendida y tan codificada en nuestro ADN desde hace milenios, y para nosotros y todas las generaciones que vendrán, el fuego quemará y la nieve estará fría. Pero solo porque así lo hemos acordado.

¿Por qué decíamos en los anteriores capítulos que la visualización es el método más eficaz para manifestar nuestra realidad? Porque como hemos visto, el cerebro no distingue entre lo que es real “ahí fuera” y lo que es real “aquí dentro”. Si usando la imaginación y la visualización, somos capaces de convencer a nuestra mente que somos felices, y traspasamos esa sensación, esa emoción y esas imágenes al subconsciente (o directamente trabajamos de forma consciente), generaremos queramos o no ondas que vibran a la frecuencia de la felicidad. Esas ondas saldrán a engancharse con otras ondas que sean del mismo estilo, y estas entraran por nuestros sentidos. El cerebro, al recibir parte de este tipo de ondas, que cuadran con lo que ha emitido, recompondrá su realidad de acuerdo al sentimiento que posee en su interior, a la imagen que ha creado y que tiene en archivo para la definición de “felicidad”, y voilá, ahí tendremos el ciclo completo en el cual una y otra vez se irán manifestando en nuestra realidad situaciones, cosas y eventos que nos refuercen la idea de que somos felices.

Otro ejemplo de que todo no es más que la ilusión generada por nuestras mentes lo constituyen las proezas de algunos yoguis, que tragan clavos, que levitan, que rompen trozos de hierro con un golpe de la mano. ¿Cómo pueden hacer eso? Lo hacen porque saben que lo que hay enfrente de ellos no es más que un acuerdo de todos los seres del planeta que dice que el hierro no se puede romper o que los clavos no se pueden tragar, o que no se puede dormir sobre un colchón de puntas. Pero estos yoguis lo hacen, y lo hacen simplemente desconectando su mente del inconsciente colectivo, dejan de crear una realidad en la cual las puntas son peligrosas o el hierro es sumamente sólido. Lo hacen porque para ellos, solo existe pura energía con una cierta forma, que puede ser manipulada por la mente para convertirla en otra cosa. Si a tu brazo, que es energía, le dices que un clavo, que también es energía, no le causara ningún daño, el clavo entrara y saldrá de tu brazo sin un solo rasguño. No es un milagro, no es magia, es puro dominio de la mente y un control exacto de lo que representa la realidad, su realidad.

Huelga decir que no animo a nadie a que lo intente en casa. El 99.999999% de los mortales no podremos jamar disociar nuestra mente y dominarla hasta tal extremo. Pero eso no es la justificación para decir que eso no se puede hacer. Simplemente, la mayoría no sabemos hacerlo.

En el otro extremo, pero en el mismo tema, lo que no creemos que pueda estar sucediendo muchas veces no lo veremos, simplemente porque nuestra mente no puede aceptar que eso sea cierto, ya que se le escapa de todos los registros que tiene y puede usar para construir esa realidad que está parcialmente recibiendo desde el exterior a través de los sentidos. Y como contrapartida, lo que creamos de verdad, lo acabaremos viendo. Porque ver, como hemos repetido hasta la saciedad, se hace con la mente, no con los ojos.

LOS DIFERENTES NIVELES DE REALIDAD

Lo que acabamos de ver es el proceso mecánico sobre cómo se construye la realidad colectiva y como la percibimos nosotros, en nuestra mente. Lo que aún no hemos visto es que, en esta tercera densidad en la que existimos, coexisten infinitos niveles de planos de diferente frecuencia vibratoria, es decir, co-existen infinitos niveles de realidad común y personal para todos nosotros. Sí, todos compartimos la realidad que a nivel global representa la realidad 3D en su conjunto, pero cada uno de nosotros estamos sintonizados con uno de esos sub-niveles o planos de forma más concreta.

De estas infinitas realidades potenciales que existen, los planos más “bajos” son aquellos que resuenan con frecuencias más lentas, y aquellos más “altos” son aquellos cuya frecuencia base es mayor. Los niveles de realidad más elevados son resultado de energías (emociones y pensamientos manifestados) en conjunto más positivos, los niveles de realidad más bajos son resultado de energías (emociones y pensamientos manifestados) más negativos (basados en el miedo como frecuencia base).

PERCEPCIÓN DE LOS DIFERENTES NIVELES DE REALIDAD

Todos y cada uno de nosotros percibimos un rango de niveles de realidad bastante amplio, a pesar de que, según la frecuencia genérica que emitamos estemos enganchados principalmente a unos de esos niveles. Esa realidad que resuena mayormente con nosotros es el plano que percibimos de forma primaria, y en el cual manifestamos nuestro “mundo” y nuestra realidad exterior. Es decir, nuestro cerebro decodificara principalmente energías que resuenen con el nivel de la vibración que emitimos.

Además de esa realidad primaria, percibimos las realidades que más se aproximan a nuestro nivel frecuencial, y también participamos de ellas, aunque menos, es decir, se manifiestan en nuestra realidad aquellos sucesos, eventos, emociones, personas, situaciones, etc., que aunque no forman parte de nuestra vida de forma primaria, son cosas que pasan alrededor nuestro y que pueden llegar a afectarnos en pequeña medida.

Esto sucede tanto con niveles mayores como con niveles menores. Es decir, podemos percibir niveles de realidad en los que suceden cosas “algo mejores” (basadas en frecuencias de resonancia más altas, en emociones o pensamientos más positivos, en energías “mejores”) como niveles de realidad “algo peores” (basados en lo contrario). Por ejemplo, podemos vivir en un barrio conflictivo, y notar alrededor nuestro que suceden cosas: problemas, robos, peleas, discusiones, etc. Pero a nosotros no nos pasa nunca nada, pues no estamos vibrando y sintonizando ese nivel de realidad, aunque sí que lo percibimos.

Podemos también tener un trabajo estupendo o vivir en un sitio precioso, y sin embargo no llegamos a percibir o manifestar en nuestra realidad el 100% de lo que ese sitio ofrece, pues parece que está “algo fuera de nuestro alcance”, y es que son cosas que “vibran” a un nivel ligeramente superior.

Cuanto más nos alejamos en la escala de niveles de nuestra realidad primaria, menos manifestamos los efectos de esas otras realidades en nuestro mundo, a pesar de que podamos percibir aún partes de ellas. Podemos vivir en ese barrio conflictivo, y saber por estadísticas y las noticias que es el barrio con mayores problemas de tu ciudad, y tú, jamás de los jamases haber visto, oído ni sufrido nada. En otro nivel de realidad todo eso existe, pero no se manifiesta en tu mundo porque tu nivel frecuencial está lejos del nivel frecuencial del entorno, muchas veces ni siquiera “verás” nada con tus cinco sentidos por mucho que pase a tu alrededor. Ídem en el polo opuesto, es decir, hacia niveles de realidad más altos.

EL SISTEMA DE CONTROL DE LA REALIDAD COMÚN

 




Cuando la película “The Matrix” salió y dio a conocer un escenario en el cual todos nosotros vivíamos en una proyección creada para mantener un sistema de control sobre la población, solo unos cuantos se pararon a pensar que aquello podía ser algo más que una buena trilogía de Hollywood. Pero poco a poco, con el paso de los años, y las publicaciones, experiencias e investigaciones de muchos de esos que estamos en esa Matrix, la cosa realmente pinta de otra forma.

Debemos entender otra cosa muy importante. Nuestra realidad global está siempre siendo manipulada y bajo intento de control por niveles de poder muy por encima de lo que podemos percibir. De hecho, una de las formas de “mantener” a la gente “bajo control”, es tener a todo el mundo en un nivel de realidad mantenido por ejemplo, por un inconsciente colectivo manipulado en el cual la realidad común manifestada sea la deseada por los “controladores”.

Recomiendo la película “Ellos Viven (They Live)” para una estupenda representación visual de esto que os comento.

Los medios de comunicación por ejemplo, son los responsables de la creación de un nivel de realidad bastante “bajo” a nivel frecuencial, en el cual están enganchadas muchas personas como realidad primaria. Otras personas que vibran constantemente en niveles un poco más altos no se ven afectadas directamente, mientras que otras no notan nunca efecto alguno de la realidad que se desea manifestar ya que se encuentran lejos (a nivel de vibración) de ese plano de sucesos que nos cuentan cada día.

Visto lo anterior ¿Os dais cuenta cómo se puede manipular la realidad de millones de personas? Es muy simple. Implanta en el subconsciente de todas las personas un sentimiento, una idea o un mensaje, y esa será la realidad que generarán sin darse cuenta y en la cual se verán envueltos sin saber cómo. Lo hacen a todas horas aquellos que están interesados en que pensemos una cosa u otra, en que compremos un determinado producto, en que vivamos de una forma o de otra. Empieza a bombardear a las personas durante día y noche a través de la televisión, radio, periódicos, etc. de que la situación mundial es un verdadero caos, que es la ley del más fuerte, que la cosa está muy mal, que hay problemas económicos, que viene una pandemia de gripe, etc., e implanta esas ideas constantemente durante mucho tiempo en el subconsciente de las personas. ¿Cuál creéis que será la realidad común generada por todo el planeta? ¿Y qué parte de las millones de ondas energéticas atraeremos a nosotros y percibiremos por nuestros sentidos si estamos vibrando en ese tipo de ideas? Pues lo mismo.

¿Y qué realidad decodificará nuestra mente si todo lo que tiene en el subconsciente son imágenes e información sobre lo mal que están las cosas y encima percibe ondas del exterior que le traen esa misma información? Voila. Ya hemos completado el ciclo.

Y todo simplemente implantando unas ideas que no tienen por qué ser verdad, pero que puede pre-fabricarse para que poco a poco, todo el planeta genere una realidad acorde a esas ideas, sin que nadie, absolutamente nadie, se dé cuenta de ello.

Y es que como hemos dicho, el control de tu subconsciente es la clave para el control de tu realidad, pues aquello que sea lo que emita, será aquello que tu mente creará como válido y aceptará.

ENTENDIENDO EL SISTEMA DE CONTROL DEL INCONSCIENTE COLECTIVO

Estadísticamente, por pura matemática, en un mundo “normal”, los sucesos, acciones, situaciones, experiencias, etc. deberían llevar a obtener aproximadamente un 50% de eventos positivos, y un 50% de eventos negativos. Si la humanidad en sí, como todos parece que haríamos, tendemos a generar y a trabajar para generar elementos positivos en nuestras vidas, probablemente podríamos vivir en un planeta donde el 70-80% de las cosas que sucedieran tuvieran la etiqueta de “cosas buenas”. Sin embargo estamos de acuerdo en que es más bien todo lo contrario, ¿verdad?

Una de las razones de esta situación es fácilmente deducible: en algún nivel, nuestra realidad y esos sucesos están manipulados para que provoquen exactamente lo contrario a lo que de forma natural, a priori, sucedería, y cuando uno se pregunta de dónde viene esta manipulación, termina inexorablemente acabando en teorías, hipótesis e información sobre densidades superiores, entidades y otros planos frecuenciales.

UN MODELO

Vivimos en una realidad proyectada por niveles evolutivos superiores al nuestro, una Matrix que más que generar sucesos a nivel físico, proyecta formas de pensamiento y “ondas”, que al fin y al cabo es todo lo que la realidad “es”. La proyección de esta realidad se absorbe en el inconsciente colectivo, el cúmulo energético al cual todos los humanos estamos enganchados y del cual “bebemos” para la generación de la realidad común que compartimos.

Cuando el inconsciente colectivo y los diferentes niveles de percepción de los cuales recogemos la información sobre la realidad que debemos manifestar están manipulados y corruptos, entonces la realidad que generamos está acorde con esos patrones modificados, con esa proyección artificial, y el resultado de la realidad física que conocemos no se parece ni por asomo al resultado de la realidad física que, por naturaleza, deberíamos proyectar. Esta Matrix es una realidad muy bien diseñada, nos mantiene a todos en ella sin saber que estamos en ella. Juega perfectamente con los parámetros y el poder co-creador del ser humano, pues no hay más que dejar que cada uno de nosotros captemos las “ondas” energéticas proyectadas, las transmutemos a nivel de chakras y las proyectemos a nivel de cuerpo mental (pensamientos, ideas, creencias) y cuerpo emocional (emociones, sentimientos), lo cual genera el ciclo de manifestación global que todos percibimos a partir de la Ley de la Atracción. Que somos co-creadores es un hecho, que la materia prima que nos dan para crear está completamente distorsionada es otro.

ESTRUCTURAS NATURALES Y BLOQUEOS ARTIFICIALES

 




De nuevo recurrimos al esquema. El proceso de niveles frecuenciales es algo “natural”, funciona así por “diseño” evolutivo del juego en el que estamos, por reglas acordadas por el planeta en el que existimos, los Yo Superiores que encarnan en él y todas las entidades de diferente orden que conforman este “tablero” donde vivimos. El límite en niveles de realidad lo pone el limite frecuencial de nuestra 3D, llega un momento, en el cual, si vibráramos en una realidad “más alta” que el último nivel 3D, estaríamos “conectando” (si fuera posible) con otro nivel superior, en su nivel de realidad más bajo (4D o como lo llamemos).

El sistema de control sin embargo se podría asimilar a una “membrana energética” alrededor de todos los niveles de realidad, cubriendo el planeta, algo así:

Esta “Matrix” en la que vivimos abarca todas las realidades posibles, pero tiene más problemas para “controlarnos” en aquellos niveles de vibración más altos que en aquellos niveles más bajos. Aun así, estamos siempre dentro de su influencia. El empuje y la manipulación que este sistema de control ejerce sobre nosotros “presiona” para que sintonicemos los niveles más bajos posibles, donde es más fácil “gestionar el ganado”.

SALIR DE ESTE SISTEMA DE CONTROL

Salir por completo de esta Matrix es extremadamente complicado, pero sí que podemos minimizar sus efectos e influencia sobre nosotros. Como hemos visto, los niveles de vibración más altos de la realidad colectiva son los más difíciles de manipular, pues son energías más sutiles y de vibración “más positiva”. Engancharnos a ellas, de alguna forma, es subir nuestro nivel de realidad primario, y es la forma de salir o desconectar al máximo de la manipulación del inconsciente colectivo.

Incrementar el plano que sintonizas como tú “mundo” requiere procesar y aligerar carga emocional y mental. Requiere limpiarnos energéticamente y profundamente de forma que soltemos lastre y podamos sintonizar otro tipo de frecuencias. Se trata de un trabajo de autolimpieza, de eliminar nuestros miedos, que actúan como un ancla hacia niveles inferiores por la vibración que llevan. Se trata de encontrar formas y técnicas de desprendernos de emociones y pensamientos “bajos” y anclarnos, sea como sea, a emociones y pensamientos altos. El mecanismo de todo esto es parte de la Ley de la Atracción, y el cómo engancharnos a una energía más alta o más baja es todo cuestión de trabajo interno.

Además hay que pensar que a priori, aunque parece casi imposible escapar de este sistema de control, pues estamos metidos en él y nos engloba por todas partes, pero no olvidemos que por encima de este nivel desde el cual se nos manipula hay otros, y nosotros existimos en ellos a nivel de Yo Superior, nuestra parte no encarnada. Así pues, tenemos una vía de escape en el desarrollo de esta conexión con nosotros mismos, la parcial anulación de la influencia del inconsciente colectivo y por ende, la posibilidad de escapar parcialmente a la manipulación del juego en el que estamos metidos.

EJERCICIO: TÉCNICAS DE LIMPIEZA ENERGÉTICA

Todo pasa por la limpieza energética y por subir el nivel de vibración que tenemos y para ello existen decenas de formas. Hay que trabajar a muchos niveles, emocional, mental, espiritual.

Hay que limpiar los cuerpos sutiles, aura, chakras, y se puede hacer de muchas formas, algunas de las cuales ya os he comentado en los capítulos anteriores del curso. Repítelas y repásalas. Incorpóralas a tu rutina diaria.




CURSO DE CREACIÓN CONSCIENTE 6ª parte


MANIFESTANDO EL PROYECTO IDEAL DE VIDA

Entramos en la última parte del curso. Ahora que sabemos cómo funciona el proceso de manifestación y creación de aquello que queremos desde algo etéreo en algo material tenemos que averiguar exactamente qué es lo que realmente queremos, tanto a nivel consciente como a nivel inconsciente y convertirlo en un proyecto a largo plazo para manifestar nuestra vida “ideal”.

FIJANDO OBJETIVOS POR ESCRITO

Todo el mundo se plantea a principios de cada año una nueva lista de objetivos y deseos, y si no es así, es realmente recomendable hacerlo. La razón es muy sencilla, si tenemos claro lo que queremos conseguir tenemos ya mucho camino recorrido para llegar a tenerlo.

La otra razón por la que es importante poner por escrito aquello que deseamos es por el simple hecho de destacarlo sobre todo lo demás que tenemos en la mente. Se calcula que la mente humana genera una media de 60.000 pensamientos cada día. Muchos de esos pensamientos serán deseos, cosas que queremos, ideas para conseguirlas, etc. Escribiendo exactamente aquello que es más importante para nosotros es una indicación bestial de que esos pensamientos son mucho más prioritarios que los restantes 59.900 y pico, de forma que nuestra mente subconsciente empezará a buscar formas de hacer aparecer en nuestra realidad aquello que hemos marcado como más importante como hemos visto hasta ahora. Es prácticamente como un misil guiado, si tiene las coordenadas bien claras, solo necesita que lo lancemos para ir a su destino. Es el mismo proceso que hemos visto en el apartado del tablón de sueños.

COMO ESCRIBIR BUENOS OBJETIVOS: RUEDA DE LA VIDA

Una de las formas más efectivas es dividir por áreas de nuestra vida aquello que pretendemos alcanzar. Usando por ejemplo una división parecida a la de la Rueda de la Vida, ponemos en cada una de ellas nuestros objetivos para el periodo de tiempo determinado: amigos, trabajo, familia, finanzas, amor, etc. Yo recomiendo hacer una planificación mínimo a 6 meses y a un año, ya que objetivos a muy corto plazo, a no ser que estén ya en marcha o sean muy específicos, no suelen darnos tan buenos resultados (menos de un mes por ejemplo).

Ejercicio: Identificar objetivos de tu vida en los siguientes ámbitos:

Carrera/Profesión, Dinero, Salud, Amigos/Familia, Relaciones personales, Desarrollo personal, Diversión/Ocio y entorno físico.

Cada objetivo debe ser algo creíble, que tu subconsciente crea que puede alcanzar. “Hacerme rico en 6 meses y tener 1000 millones de euros en el banco” no es un objetivo valido para ninguno de nosotros pues a menos que resuenes con una situación tal que para tu mente mil millones sea algo normal, tu subconsciente no podrá generar las situaciones necesarias para que se cumpla lo deseado.

Ahora tenemos por escrito, y/o de forma visual, todo aquello que queremos manifestar. Pero, ¿estamos seguros de que son los objetivos que nos van a traer esa felicidad a largo plazo?

¿Qué tal si nos planteamos como crear una vida “ideal”?

SUBIR UN NIVEL

Todo es como siempre cuestión de perspectiva. Volvemos a lo que hemos comentado antes de ir a manifestar siempre el objetivo final. Cuando conoces tus deseos y anhelos más profundos probablemente entiendes que manifestar alegría conlleva que todo lo que incluye “el sentirse alegre” va a estar presente de alguna forma en ese deseo. Es perfectamente factible y aceptable manifestar un objeto especifico, simplemente lo que intento transmitiros, es que, si en realidad lo que andamos buscando son los sentimientos o emociones que creemos que ese objeto nos va a traer, lo que tenemos que hacer es subir un nivel, e ir directamente a la caza de esas emociones. Vamos a ver si lo explicamos mejor con un esquema.

Mira la siguiente tabla de deseos y objetivos.

 



Felicidad Gratitud, Espiritualidad, Confianza, Creatividad, Paz, Tolerancia, Belleza, Aceptación, Amor… Abundancia, Salud, Relaciones, Apariencia, Vitalidad, Posesiones materiales, trabajo, niveles de riqueza, amigos, armonía familiar, ejercicio, talentos, diversión…

Inversiones específicas, proyectos específicos, eventos concretos, cantidades concretas de dinero y riqueza, deseos con líneas temporales establecidas…

Personas específicas, una casa en concreto para vivir, un cliente o proyecto específico, un objeto definido…

Más o menos todos los deseos que podamos tener como humanos se pueden englobar en alguno de los niveles que aparecen en la tabla. La categoría más alta, la felicidad, como término genérico, engloba todo. Si deseamos manifestar ese futuro en el cual somos completamente felices tendremos por arte de magia (mejor dicho, por ley universal) absolutamente todo lo que cae debajo, en las categorías inferiores, porque el universo sabe que para ser feliz debe proporcionarnos un buen trabajo, una magnifica vida, amor, salud, abundancia material, etc.

Nosotros pedimos un deseo final, el universo se encarga de las piezas necesarias para construirlo. Y cada cual tendrá todo aquello que se merece por derecho propio para ser feliz, solo por existir, sea lo que sea que signifique la felicidad para nosotros, ya que nuestros deseos más ocultos, cuando buscamos manifestar elementos de la categoría superior, no tienen ningún misterio para el universo.

Sin embargo la mayoría de nosotros usa el mecanismo de manifestación para crear cosas que están en la parte más baja de la tabla: comprarme ese reloj, ese coche, esa casa, salir con esa persona, tener tantos euros, etc.

Son deseos totalmente aceptables, lícitos, relativamente fáciles de conseguir y 100% satisfactorios cuando son lo que realmente deseamos, pero no engloban nada más. A más bajo el nivel del deseo, por decirlo así, más restrictiva es su aplicación y creación en nuestra realidad. ¿Por qué quieres solo ese reloj con tanta insistencia y no prefieres manifestar el estatus social que a priori, te proporciona llevarlo?

El universo trabaja de arriba abajo, y con el final siempre en mente. Si tus deseos se encuentran en la parte alta de la tabla, todo lo que viene inmediatamente en los niveles inferiores será tomado en consideración de forma automática, en formas insospechadas y a través de canales y métodos inauditos.

Si nos concentramos en la parte baja, una casa concreta, un amigo, un trabajo; nadie nos garantiza la felicidad, la abundancia o la alegría. No. Eso está varios niveles por encima y nadie le ha pedido al universo que te los proporcione. Lo que pasa es que la mente humana hace asociaciones bastante curiosas (instigadas por supuesto por el colectivo inconsciente y los medios, la sociedad y la gente en general) de forma que pensamos que teniendo algo de abajo, conseguimos algo de arriba. Es mentira. Desear ese coche no te proporciona el carisma que te dice el anuncio, pero manifestando “carisma” te proporcionará todos los elementos necesarios para representarlo, expresarlo y darlo a conocer, incluido el coche o algo mejor, si es parte del paquete.

Elige bien lo que deseas atraer a tu vida, y elígelo desde la parte más alta de la tabla que te sea posible. Si en estos momentos no eres capaz de usar tu poder mental del pensamiento para emitir un haz que busque la felicidad, trata de atraer hacia ti aquello que está justo por debajo, o incluso un nivel inferior. Empieza a desear que se manifiesten en tu vida cosas como la abundancia, el amor, la amistad, el conocimiento, y todo, absolutamente todo lo que está debajo, todo lo que el concepto engloba en sí, aparecerá en tu vida. Quizás se tarde un poco más en poner todos los elementos que conforman la realidad que corresponde a “absoluta felicidad”, pero es una realidad, a la larga, mucho más sólida y duradera, puesto que engloba desde buen principio todos los aspectos de nuestra vida.

Es normal que se tarde más en montar la realidad completa en la cual nuestro escenario perfecto, en todos los sentidos, sea la felicidad, el amor, la abundancia material, la amistad o cualquiera de los sentimientos de la parte más alta, pero a la larga es una realidad mucho, pero mucho más satisfactoria. ¿Tan mal estamos que preferimos manifestar 100 euros que una vida llena de abundancia, sea lo que sea que eso signifique? ¿Cómo es posible que no hagamos más que pedir una pareja que sea así o asa, en vez de manifestar una vida llena de amor? En realidad no es culpa nuestra. Toda nuestra sociedad está diseñada así, y así lo hemos aprendido. Pero solo se requiere paciencia y constancia para darle tiempo al universo a montar el momento futuro, y todo lo que vendrá después, en el cual tenemos todo aquello que deseábamos y más aún, porque las ramificaciones de lo que podemos llegar a obtener son más y más grandes cuanto más alto se encuentra nuestro deseo.

EJERCICIO

Mira por un momento tu lista de objetivos que aún no se han manifestado, y reflexiona sobre lo que tienes ahí escrito. ¿Puedes cambiar alguno de esos objetivos por su equivalente inmediatamente superior en la tabla? Inténtalo y empieza a enfocarte en ese nuevo nivel. Si es necesario, prueba a volver a escribir esos objetivos en una tabla con el nivel más alto que seas capaz en estos momentos de ver como “practico” o “asequible”. Haz lo mismo con tu tablón de sueños, tus mantras, afirmaciones y visualizaciones.

MEDITACIÓN: ENCONTRANDO A TU YO FUTURO

Una vez tenemos nuestra lista de objetivos para cada área, hay un pequeño ejercicio que es magnífico para sentir como se han manifestado en nuestro futuro, en nuestra línea temporal particular e individual. No tiene ninguna dificultad, y cuando se hace bien, los resultados pueden ser muy interesantes.

Se trata de encontrarnos y visualizar una conversación con nuestro “Yo futuro”.

PLANTEÁNDONOS OBJETIVOS

Imaginemos que tienes claro un par de objetivos a medio plazo, digamos un año. Estos objetivos pueden ser tan personales y tan concretos como desees, y es mejor guardárselos para uno mismo y no compartirlos, para que nadie pueda de ninguna forma tratar de influenciar en ellos en ningún sentido.

Siéntate cómodamente, cierra los ojos, respira hasta tranquilizarte y relajarte, e imagínate que estas en una habitación donde hay un par de sillas. Te sientas en una, y visualiza como llega otra persona y se sienta delante de ti. Eres tú, pero dentro de un año. Sin prisas, párate a observarte en tu mente, como eres, como vistes, que emociones radias o desprendes, que ves de ti mismo.

Saluda a tu Yo futuro, dile que te explique todo lo que has conseguido en este año y como lo has hecho. Que cosas han sucedido para que te sientas así de bien ahora, como llegaste a conseguir esos objetivos. Tu Yo futuro está encantado de contarte todo, te transmite las sensaciones, imágenes, palabras o emociones que tiene, el mensaje que puede darte. Trata de percibir en tu mente cualquier cosa que te venga, sin prisas.

Tu Yo futuro irradia el sentimiento y la confianza de haber conseguido por completo esos objetivos y se nota en la energía que desprende. Pídele permiso a tu Yo futuro para sentir esa energía, que recibes con agrado, e imagínate que te levantas de tu silla y te “integras” en el personaje que eres dentro de un año. Tu conciencia ahora es la conciencia de alguien que ha conseguido aquello que se propuso y que irradia la felicidad y el potencial que tiene por haberlo hecho y saber que puede seguir haciéndolo.

Ahora percibe como es esa energía que desprendes, como te sientes habiendo conseguido lo que deseabas, e imagina que te vuelves a levantar y te colocas de nuevo en tu silla, volviendo a tu Yo presente, mirando a tu Yo futuro, pero habiendo incorporado en ti esas nuevas vibraciones y energía. Disfruta de ello, respira hondo, y sal de la visualización. Anota todo lo que hayas percibido y sentido.

Si la primera vez no sale nada o poca cosa, no te preocupes, repite esto todas las veces que quieras hasta que obtengas las sensaciones e información que consideres adecuada. A más veces lo repitas, más detalles podrás darte a ti mismo sobre tu camino a medio plazo.

Recuerda que estas creando tu propio futuro, tu propia línea temporal de sucesos y eventos, nadie tiene porque interferir en ella ni desviarte de la misma. Continúa preguntando a tu Yo futuro y tráete de vuelta la magnífica sensación de haber conseguido lo que deseabas. Y no te olvides de tomar notas, para ver dentro de un año, si has conseguido llegar a ser como te habías visto cuando charlaste contigo mismo, 12 meses atrás.

CREANDO UN PROYECTO DE VIDA SÓLIDO A LARGO PLAZO

Se dice que cuando la gente llega a ciertas edades sufren crisis existenciales al darse cuenta que lo que hacen con su vida ya no tiene el interés o ha perdido el valor que en su momento tenía. Es entonces cuando nos planteamos que hacer en los años venideros, como encontrar algo que nos haga felices y como construir un plan de vida que sea válido para nosotros como personas y como miembros de una sociedad más amplia.

No es que tengamos que llegar a ninguna crisis para meditar sobre estas cosas, pero desafortunadamente todos andamos tan ajetreados con nuestros pensamientos que pocas veces nos paramos a pensar si el proyecto de vida que tenemos es un modelo válido para el resto de lo que nos queda de ella.

Si quieres evitar una crisis existencial, examina tu plan actual, a grandes rasgos, y comprueba si cumple los cuatro principios del proyecto de vida ideal, el cual vamos a tratar de manifestar.

YO, Y NADA MÁS QUE YO

Nuestro proyecto de vida solo es válido si principalmente es fantásticamente bueno para nosotros y solo para nosotros. Hagas lo que hagas, tienes que ser feliz con ello, tiene que valerte como brújula interior, tiene que llenarte, tiene que cuadrar con tus expectativas. El sacrificio por otros haciendo algo que odiamos, no nos gusta, no nos llena, no es un proyecto óptimo, por tanto en cuanto acabará rompiéndose al deteriorarse el primer pilar que lo sustenta: tú mismo.

Preocúpate que la primera pata del taburete que sustenta tu existencia este bien atornillada.

No significa que no haya épocas en las que uno tenga que hacer algo que no sea compatible con este primer pilar, pero por norma general, cualquier cosa que decidamos hacer con nuestra vida tiene que ser, sobre todo, buena para nosotros como individuos.

Por poner un ejemplo, imaginemos que como proyecto de vida te has propuesto ser poeta. Si escribes poemas que te llenan de gozo y expresan toda tu sensibilidad y belleza interior, aunque te los guardes solo para ti, ya cumples con el primer requisito. Si eso te llena, ya es un proyecto de vida que se sustenta sobre el primer pilar.

EJERCICIO: comprueba si todos tus objetivos están de acorde a este primer pilar de tu proyecto ideal de vida.

Nuestro entorno familiar

El segundo pilar de todo proyecto de vida es la compatibilidad con nuestro entorno más cercano: nuestra familia, nuestros hijos. Cuando lo que hacemos es totalmente válido y perfecto para nosotros como individuos únicos, podemos y debemos, si queremos llegar a crear un proyecto más satisfactorio, conseguir que abarque a nuestro núcleo cercano. Si nuestro taburete cuenta con una segunda pata, la familia y el núcleo íntimo y nuestro proyecto es compatible con ellos, les incluye, les beneficia, entonces tenemos ya asegurado un buen pellizco de felicidad y tranquilidad interior.

Cuando compartes las poesías que haces con los tuyos y estas les emocionan, les hacen reflexionar o les hacen llorar de contento, lo que haces les encanta, todos te apoyan, todos te animan a que escribas más porque tus actos y tus acciones influyen positivamente en tu entorno cercano, tu plan de vida es más que bueno. Tienes otra buena base en la cual asentarlo.

EJERCICIO: comprueba si todos tus objetivos están de acorde a este segundo pilar de tu proyecto ideal de vida.

El grupo

La tercera pata de nuestro taburete es el grupo social, el entorno de nuestro barrio, nuestra ciudad, incluso nuestro país. Nuestro proyecto de vida, si aquello que hacemos incluye este nivel, estará proporcionando un gran servicio a otros además de a nosotros mismos. Cuando aquello que hacemos puede llegar a abarcar algo tan grande como nuestra ciudad o nuestro país (es decir, cuando los beneficios y consecuencias de nuestros actos llegan a este nivel) es cuando empezamos a recibir enormes beneficios personales por el proyecto de vida que hemos escogido.

Cuanto más valor se aporta a la sociedad, de la forma que sea, más valor recibe uno a cambio.

Obviamente, si con tu trabajo, tus acciones, tus actos, creas un proyecto de vida que incluye esta tercera pata, tu taburete no solo será sólido, sino que además extremadamente reconfortante. ¿Qué tal sería si publicásemos este libro de poemas en nuestro idioma de forma que todo aquello que exprese llegase a mucha más gente? Ese sería un proyecto de vida que se acercaría mucho al ideal. La mayoría de las personas tenemos un proyecto de vida que se apoya solo en las patas 1 y 2, ¿Cómo es el tuyo? ¿Puedes incorporar una más? ¿Y si es así, puedes pasar a la última y consagrar tu proyecto ideal?

EJERCICIO: comprueba si todos tus objetivos están de acorde a este tercer pilar de tu proyecto ideal de vida.

La Humanidad

El proyecto ideal es ya aquel que se sustenta sobre los tres últimos pilares y tiene en cuenta y usa como última pata del taburete este último: la humanidad. Aquello que haces, aquello que eres, aquello que creas y compartes, beneficia a todo el planeta. Es el último elemento de un proyecto de vida ideal, por qué a más beneficio aportado a la humanidad entera, más satisfacción personal y más beneficios caen de vuelta en nosotros. Una vida cuyos actos, cuya aportación, cuya visión abarca toda la humanidad, es la vida plena, es el sumun de la felicidad y de sentirse útil, pleno. Es el poeta que traduce sus libros a muchos idiomas, que expande el alcance de lo que hace y que consigue emocionar a mucha más gente, por no decir a todo el planeta. Si consideras que estas en este nivel, ¡enhorabuena! Tu brújula interior te ha guiado bien y es seguro que te sentirás colmado con todo lo que haces.

EJERCICIO: comprueba si todos tus objetivos están de acorde a este cuarto pilar de tu proyecto ideal de vida.

EJERCICIO GLOBAL: ¿Qué áreas de nuestra vida, actividades u objetivos podemos incrementar en alcance para crear un proyecto de vida más completo?

SACANDO LO QUE YA NO NOS SIRVE

Ahora que estamos empezando a poner en claro como es el proyecto ideal de vida que queremos manifestar, tenemos que empezar a dejarle “hueco” en nuestra vida.

Probablemente os ha sucedido a todos que vamos acumulando ideas, proyectos y deseos, pero por el hecho de no haber vaciado un poco nuestro armario trastero estos no terminan de materializarse porque simplemente, no tienen sitio. Y es que no se puede llenar una copa que ya está completamente llena, y, aunque no nos demos cuenta, eso es precisamente lo que intentamos hacer la mayor parte del tiempo.

No tiene sentido guardar cosas “por si acaso”. Si algo ya no nos sirve, hay que dejar que se marche de nuestra vida, dándole las gracias por el servicio prestado y permitiendo que la energía y el espacio que eso ocupaba en nuestra existencia se liberen, y nos libere. No importa si hablamos de compromisos, objetos materiales, personas, eventos repetitivos o incluso actividades que hacemos sin saber por qué. Es una actividad extremadamente saludable limpiar nuestra vida regularmente de todo aquello que ya no nos sirve. Y no te preocupes. Si te vuelve a hacer falta, volverás a traerlo hacia ti.

Todo ocupa un cierto espacio mental en nuestra cabeza. Cuando estamos “a tope” de cosas no hay forma humana de que nuevas ideas, proyectos, situaciones, etc. se manifiesten en nuestra realidad porque no hay sitio para ellas. No porque por si solas esas cosas no puedan ocurrir, sino porque nosotros no podemos manejarlas, porque estamos saturados y mientras mentalmente no hagamos un poco de limpieza no liberaremos la energía que necesitamos para gestionar esas nuevas situaciones.

PUERTAS QUE SE CIERRAN, PUERTAS QUE SE ABREN

Para abrir nuevas puertas, otras deben cerrarse. Una nueva etapa puede empezar solo cuando la anterior está casi concluida, o concluida del todo. Llevar muchas cosas en paralelo es completamente factible, pero todos tenemos límites. Hay que cerrar temas antes de poder abrir otros. ¿Qué tienes pendiente que te consume tanto que no te deja empezar nada nuevo?

Haz un repaso a tu situación actual. Estructura todo aquello que llevas entre manos y analiza que puedes concluir, que puedes eliminar, que puedes quitarte de encima. Cuando lo hayas hecho, quizás puedas analizar todo aquello que quieres empezar y ponerlo en su lugar.

EJERCICIO: revisar cosas de las que nos podemos desprender, sean materiales, emocionales, mentales o de cualquier otro tipo.

INVIRTIENDO EN UNO MISMO

“No puedo” es una de las frases más usadas por todos nosotros para cualquier cosa. No puedo permitirme esto, no puedo hacer lo otro, no puedo ir allá, no puedo cambiar aquí… no puedo. Pero “no puedo” es una frase tremendamente descorazonadora, debilitadora y contraproducente pues manda una poderosa “señal” de nosotros mismos, hacia nosotros mismos, que termina por provocar un sentimiento inconsciente de impotencia del cual podemos no darnos cuenta. “No Puedo” es una afirmación rotunda. Como toda afirmación tiene un “poder energético” en nosotros que manifiesta precisamente aquello que estamos pregonando. “No puedo ahora” tampoco es mejor, pues “ahora” denota cada momento que vivimos, y mantiene el mismo poder debilitador solo que además aplicado a cada instante de nuestra vida.

CAMBIO DE VOCABULARIO

Una de las cosas que tenemos que hacer es cambiar el vocabulario. El no puedo se transforma en frases que resulten menos “dañinas”. Por ejemplo, “no puedo permitirme esto“, en realidad no es cierto, seguramente existe una formula y un plan de acción que bien aplicado puede hacer que llegues a permitírtelo, aunque requiera un cambio de estrategia, de forma de ver el mundo o incluso de la forma en la que orientas tu vida. Pero “sí que se puede”. Siempre se puede. En todo caso, hay momentos en que nos “ira mejor” hacerlo o no, será “más conveniente” o “menos conveniente”, será más difícil, requerir más tiempo o más esfuerzo, pero hay una diferencia abismal entre la conveniencia o dificultad para conseguir algo y la negación rotunda.

INVERTIR EN TI

A veces para avanzar hay que retroceder. Para subir la escalera que nos conduce a nuestro objetivo hay que bajar peldaños, tomar impulso y saltar luego cuatro escalones de golpe. El impulso nos lo damos nosotros mismos cuando nos permitimos mejorar cualquier aspecto de nuestra vida invirtiendo en nosotros.

Invertir en ti es la única forma de no perder nunca, pues eres el único valor seguro que tienes.

Invierte en aprender algo que necesitas, invierte en sanar lo que tengas que sanar en ti mismo, invierte en conocimiento, invierte en habilidades, invierte en crecimiento personal, invierte en ponerte en forma y mejorar tu estado anímico, invierte en tus relaciones y en tu amor propio, invierte en quererte, etc. Haz todo aquello que te beneficie, porque al igual que el “no puedo”, el “invierto y cuido de mi” es otro potente mensaje. Si tú cuidas de ti, significa que te valoras y te respetas. Y proyectar esa imagen de valor y respecto en el mundo no tiene precio. Lo que te viene de vuelta es lo mismo mil veces amplificado.

DEJARSE AYUDAR Y AYUDAR A LOS DEMÁS

Invertir en ti significa también dejarse ayudar, saber y reconocer que el intercambio de valor y de tiempo entre personas es la herramienta más efectiva. Tú tienes unas habilidades y conocimientos, y yo me nutro de ellas (sea pagando por un servicio, curso, etc. o sea por un intercambio de favores, de tiempo, etc.). Yo tengo unas habilidades, un conocimiento y algo que ofrecer, lo uso para servir a otros de la misma forma. Se puede vivir de ello, por supuesto, es la filosofía básica de la abundancia: recibir dinero como moneda de cambio por un valor ofrecido.

Cambia el no puedo por “ya encontrare la forma de hacerlo” y el “nunca hago nada por mi” por un “constantemente re-invierto todo lo que puedo en mí mismo”. Veras que cambio abismal de filosofía de vida y calidad de la misma obtendrás en poco tiempo.

ECONOMÍA Y ÉXITO

Normalmente, dos de los factores más importantes a nivel de bloqueo son los relacionados con el dinero y el éxito personal, pues son los más visibles a nivel social y sobre los cuales hemos obtenido y recibido más condicionamiento.

Por ejemplo, plantéate lo siguiente: ¿cuál es el nivel económico con el que te sientes cómodo?

¿A partir de cuánto dinero en tu cuenta bancaria te empiezas a sentir nervioso si ves que baja de esa cifra? ¿5000 euros? ¿15000? Hay gente que si tiene menos de 50.000 euros en el banco se sienten preocupados, hay otros que solo cuando tienen menos de mil euros empiezan a estarlo. ¿Cuál es el nivel máximo que has podido llegar a tener nunca y con el cual, mentalmente te sientes cómodo? Algunos sienten como perfectamente normal tener una nómina de 6000 euros al mes y no les supone ningún wow!, para otros, recibir 600 ya es todo un logro.

¿Y quién define esos límites de comodidad? Nadie más que tú. Son límites totalmente arbitrarios. Tú eres quien decide sentirte incómodo o nervioso cuando tienes menos de X euros en el banco, y tú eres quien alucina cuando piensa en una nómina de 6000 euros, en vez de verlo como algo perfectamente normal y factible. Son tus condicionamientos, tus pensamientos sobre lo que es “normal” y lo que es “wow” lo que define tu realidad externa. Y esos condicionamientos no están en tu mente analítica, por lo que no es un pensamiento que se pueda cambiar en una noche, sino que es una creencia limitadora bien encajada en tu subconsciente. Trabajando en esos límites, sea el área en la que sea, a nivel interno, es como se pueden llegar a modificar.

¿Y el miedo al éxito? Básicamente lo mismo. ¿Quién decide cómo vas a reaccionar y vivir si todo lo que hicieras fuera un éxito tremendo, si cada proyecto que lanzaras, cada idea que tuvieras, fuera tan buena que te vieras catapultado de inmediato a un nivel superior en tu vida? Casi siempre la cuestión es la misma. Es nuestro subconsciente quien nos frena, quien nos pone esas limitaciones por el condicionamiento social que hemos sufrido toda nuestra vida, por el miedo o el pánico a destacar, a ser tan bueno que nos agobie la sensación de bienestar y de éxito personal. ¿Qué pensará mi entorno? Mejor no saco mucho la cabeza que así, tirando, ya me va bien.

TRABAJANDO EL ÁREA FINANCIERA

Una forma de incrementar o mejorar nuestra situación económica, es mover nuestra zona de confort hacia arriba, es decir, hacer que nos sintamos cómodos manejando sumas de dinero cada vez más grandes. Normalmente esto va a requerirnos pasar por un pequeño periodo de incomodidad antes de que la nueva experiencia nos resulte familiar.

La idea es que respondas las siguientes cuestiones de la forma más honesta posible:

¿Qué nivel de ingresos es normal para mí, sin sentirme estresado porque no me llega el sueldo ni excesivamente excitado porque vivo en la abundancia? ¿Cuál es el nivel de ingresos por debajo del cual viviría preocupado porque no cubro mis gastos?

¿Qué nivel de ingresos necesitaría para empezar a sentirme emocionado y contento por mi increíble situación financiera? ¿Qué nivel de ahorros me resulta normal, sin causarme preocupación porque no tenga para pagar mis cosas? ¿Cuánto es lo mínimo que llevo en la cartera para sentirme cómodo? ¿Cuánto tendría que tener en el banco para sentirme totalmente pletórico y abundante?

No te preocupes por poner números exactos, se trata de identificar los rangos en los cuales te mueves financieramente. Tus respuestas definen tu situación económica actual y es aquí donde volverás a caer normalmente cuando salgas de ella, tanto por arriba como por abajo, porque es aquí donde tu zona de confort se encuentra. Si tus ingresos bajan, es probable que te pongas a trabajar duro hasta que consigas entrar de nuevo en tu zona de confort, si tus ingresos suben mucho, quizás cuando llegues al límite superior de la misma dejaras inconscientemente de hacerlo para no superarla.

Define tu nueva zona de confort

Una vez definida tu zona financiera actual, date cuenta que estos números son en realidad totalmente arbitrarios y que están condicionados en cierta manera por tu entorno, probablemente tus amigos ganan lo mismo que tu más o menos, tus gastos son casi iguales que aquellos de los que tienes alrededor, es probable que en tu trabajo todos ganéis de forma parecida para un mismo nivel, etc. Es una realidad tan arbitraria, que es muy probable que si te rodeas de gente con gran abundancia económica, la tuya propia se acabe incrementando hasta ponerse a la altura de lo que te rodea. Mentalmente, estas cantidades están siempre bajo tu control. Recuerda que estamos hablando de ZONA de CONFORT, por lo que eres tu quien define con qué situación económica te quieres sentir cómodo. No tiene más dificultad que simplemente definir tus nuevos rangos.

No existe una respuesta correcta, pero doblar lo que actualmente tienes en un buen comienzo.

Clarifica y acepta tu nueva situación económica

Imagínate como seria vivir en estos momentos con estos nuevos niveles económicos, nada de fantasear, sino aplicándolo en tu vida real. ¿Cómo afectaría a tu estilo de vida? ¿Qué consecuencias y efectos puedes imaginar? ¿Puedes aceptar las consecuencias de tener de repente el doble de dinero del que tenías antes?

Uno de los miedos de la gente es perder al antiguo círculo de amistades. ¿Vas a tener que hacer nuevos amigos porque tú nueva situación económica te permite hacer cosas que tu círculo no puede? ¿Cómo van a reaccionar? ¿Estás dispuesto a lidiar con esas reacciones? No es una situación mala por sí misma, es un proceso de evolución personal a mejor, que no siempre va acompañado de un proceso de evolución en paralelo de tu entorno.

Es importante visualizar esta nueva situación y estilo de vida, para empaparnos del mismo, para sentirlo como real. Y más importante aún, aceptar que nos vamos a mover en otra realidad. ¿Estás preparado para pagar quizás más impuestos, para cambiar de trabajo, para atraer hacia ti otro tipo de personas con más riqueza o comprar productos más caros? ¿Podrás manejar esta nueva situación? Como veis, es todo trabajo interior con nosotros mismos antes de que cambie nuestra realidad. Si no aceptas las consecuencias, cualesquiera que estas sean de tu posible nueva situación económica, es prácticamente imposible que llegues a mejorarla.

Nuestro siguiente paso es romper tu zona de confort y construir los apoyos que nos ayudaran a crear la nueva situación. Una forma muy efectiva de escapar de nuestra zona de confort actual es cambiar los andamios que la sustentan. Esto requiere simplemente un pequeño impulso y esfuerzo inicial. Si te vieras teniendo que sufrir para hacerlo cada día, probablemente no estas enfocándolo de la forma correcta. La forma más efectiva es hacer aquellos cambios en tu entorno que rompa con tus antiguos hábitos financieros y te ayuden a crear los nuevos.

Sin llegar a ser extremistas ni perfeccionistas, se trata de eliminar hábitos o costumbres que no resuenan con tu nueva zona de confort y empezar a hacer aquellas cosas que resuenen con ellas. Si tu trabajo actual no te proporciona los recursos que necesitas, tienes que plantearte que tendrás que cambiarlo tarde o temprano. Elimina aquello que no te ayude a representar en tu vida real un nuevo nivel económico. Empieza a hacer esas nuevas amistades que se encuentran a un nivel financiero superior, déjate envolver por sus vibraciones económicas, frecuenta sitios en los que puedas sentir “el lujo” y la abundancia que quieres atraer hacia ti.

Implementa esos pequeños cambios que pueden empezar a construir tu nueva realidad.

Cuando puedas permitírtelo, compra algo de más calidad y más caro, ya que eso le dice a tu subconsciente que estas empezando a permitirte un nuevo nivel de vida. Poco a poco tu realidad externa reflejara lo que tu subconsciente piense que es tu nueva realidad económica.

Cambios simbólicos

Si no puedes al principio hacer esos cambios reales, haz cambios simbólicos. Pon a tu alrededor todos aquellos símbolos que para ti representan abundancia y afirma que tu nueva realidad reflejara lo que esos símbolos representan. A medida que vas trabajando en estos pequeños cambios, tu zona de confort antigua empezara a ser menos confortable, y empezaras a sentirte más a gusto con tu nuevo nivel económico aunque aún no veas evidencias del mismo.

Quizás tu sueldo o ingresos sigan siendo los mismos, pero te van a parecer extremadamente bajos. Notaras la presión de hacer cambios para volver a tu zona de confort, que esta vez será mucho más elevada. Es probable que nuevas oportunidades empiecen a manifestarse por sí solas en tu vida. Una vez aprovechas estas oportunidades, los cambios pueden producirse rápidamente y de una semana a otra encontrarte en tu nuevo nivel. No las desaproveches.


CONCLUSIÓN

Hemos visto todo el proceso de creación del mundo que llamamos real “ahí fuera”, técnicas para moldear esa energía y convertirla en aquello que deseamos. El sistema de creencias de aquello que podemos hacer y no podemos hacer es primordial, nuestros patrones mentales, pensamientos y emociones tienen la clave de todo. Léete este manual varias veces, practica los ejercicios, y empieza a trabajar con la vista puesta en crear tu proyecto ideal de vida. Los resultados vendrán, tarde o temprano, y verás cómo el poder creador que posees es mucho más real de lo que nunca nos habían explicado. ¡Que tengas éxito!


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 http://www.concienciadeser.es/David_topi/Creacion_consciente_6.html






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