ANATOMÍA OCULTA DEL HOMBRE de MANLY PALMER HALL













PARTE I


EL SIMBOLISMO DEL CUERPO HUMANO


En la Escritura se nos dice que Dios hizo al hombre a su propia imagen y semejanza. Así ha sido declarado no solamente en la Biblia Cristiana, sino también en la mayoría de los escritos sagrados de los seres iluminados. Los patriarcas judíos enseñaron que el cuerpo humano es el microcosmos, o pequeño cosmos, hecho a la semejanza del macrocosmos, o gran cosmos. Esta analogía entre lo finito y lo infinito se ha dicho que es una de las claves por la cual se pueden develar los secretos de la Sagrada Escritura. No hay ninguna duda que el Viejo Testamento es un libro de texto fisiológico y anatómico para aquellos que son capaces de leerlo desde un punto de vista científico. Las funciones del cuerpo humano, los atributos de la mente y las cualidades del alma humana, han sido personificados por los sabios de la antigüedad, y un gran drama ha sido elaborado acerca de sus relaciones entre sí mismos y con los demás. Al gran egipcio semidios Hermes, la raza humana debe su concepto sobre la ley de analogía. El gran axioma hermético fue: "Como arriba es abajo; como abajo es arriba."



💗

Seguir leyendo...




GRANDES LEYES MENTALES de EMMET FOX













1 – LA LEY DE LA SUSTITUCIÓN


Hay grandes leyes que gobiernan todo pensamiento, del mismo modo que hay leyes fundamentales en la química, la física y en la mecánica, por ejemplo.

Sabemos que el control del pensamiento es la Clave del Destino, y para aprender a controlar el pensamiento tenemos que conocer y comprender esas leyes, de la misma manera que el químico debe comprender las leyes de la química y el electricista debe conocer las leyes de la electricidad.

Una de las grandes leyes mentales es la Ley de la Sustitución. Esa ley significa que la única manera de librarse de cierto pensamiento es sustituirlo por otro. No se puede descartar directamente un pensamiento. Eso sólo se puede hacer sustituyéndolo por otro. En el plano físico no ocurre así. Se puede dejar caer un libro o una piedra abriendo sencillamente la mano y soltando el objeto, pero en el pensamiento negativo, la única forma de conseguirlo consiste en pensar en algo positivo y constructivo. Es como si, digamos, para dejar caer un lápiz, fuera necesario poner una pluma, un libro o una piedra en su mano cuando el lápiz caiga.

Si yo le digo: “No piense en la Estatua de la Libertad”, usted, por supuesto, piensa inmediatamente en ella. Si usted dice: “No voy a pensar en la estatua de la Libertad”, está pensando en ella. Pero tras pensar en la estatua, si usted se interesa por otra cosa, digamos, encendiendo la radio, se olvida de la Estatua de la Libertad. Ese es el caso de una sustitución.

Cuando lo invaden pensamientos negativos, no los combata, sino piense en algo positivo. Piense preferiblemente en Dios, pero si en ese momento eso le resulta difícil, piense en alguna idea positiva o constructiva, y entonces el pensamiento negativo se disipa.

A veces sucede que pensamientos negativos parecen asediarlo con tanta fuerza que no puede superarlos. Es lo que se llama un acceso de depresión, o de preocupación, o tal vez hasta un arranque de cólera. En ese caso, lo mejor es buscar a alguien con quien hablar de cualquier tema, o ir al cine, o al teatro, o leer un libro interesante, una buena novela, una biografía o una crónica de viajes, algo así. Si se sienta a combatir la marea negativa, el único resultado que obtendrá probablemente sea el de incrementarla.
Preste atención a algo muy distinto, negándose resueltamente a pensar en la dificultad o a recrearla, y más tarde, después de que se haya alejado completamente del problema, puede regresar con confianza y afrontarla mediante un tratamiento espiritual.
“Pero yo os digo, No resistáis al que es malo”. Mateo 5 39.


2 – LA LEY DE LA RELAJACIÓN


Otra de las grandes leyes mentales es la Ley de la Relajación. En todo trabajo mental, el esfuerzo se derrota a sí mismo. Mientras más esfuerzo realice, menos resultados obtendrá. Esto, claro, es el opuesto de lo que encontramos en el plano físico, pero no nos sorprenderá porque sabemos que, en muchos casos, las leyes de la mente son el reverso de las leyes de la materia.

En el plano físico, generalmente mientras más esfuerzo se realiza, mayor es el resultado. Mientras mayor sea la fuerza que se aplica a un taladro, con mayor rapidez atravesará una plancha. Mientras mayor sea la fuerza con que se martilla un clavo, con mayor rapidez penetrará en la pared. Mientras mayor sea la fuerza con que se cava, más rápido se abrirá una zanja. Sin embargo, exactamente lo opuesto ocurre con el pensamiento.

Cualquier intento de presión mental está condenado de antemano al fracaso porque en el momento en que comienza la tensión, la mente deja de funcionar con creatividad y se limita a trabajar según el viejo molde habitual. Cuando uno trata de forzar las cosas mentalmente, cuando uno trata de apresurarse mentalmente, sencillamente detiene su poder creador. Para que la mente vuelva a ser creativa, hay que suprimir su tensión mediante un relajamiento consiente.

En todo trabajo mental, sea relajado, apacible, y no se apresure, pues el esfuerzo se derrota a sí mismo.
“La quietud y la confianza serán vuestra fuerza”. Isaías 30...15


3 – LA LEY DE LA ACTIVIDAD SUBCONSCIENTE


No bien el subconsciente acepta cualquier idea, de inmediato trata de llevarla a cabo. Utiliza todos sus recursos (los cuales son mucho mayores de lo que se suele suponer) para ese fin. Utiliza todo ápice de conocimiento que uno haya acumulado, la mayor parte del cual se ha olvidado por completo, para conseguir su propósito. Moviliza los numerosos poderes mentales que uno posee, la mayoría de los cuales uno nunca emplea conscientemente. Aprovecha la energía ilimitada de la mente. Alinea todas las leyes de la naturaleza a medida que operan tanto dentro como fuera de usted, para obtener lo que persigue. A veces consigue inmediatamente su objetivo. A veces le toma un poco más de tiempo, otras veces, mucho tiempo, dependiendo de las dificultades que hay que superar. Pero si el objetivo no es completamente imposible, el subconsciente lo logrará, una vez que acepte la idea.

La ley se cumple tanto con las ideas buenas como con las ideas malas. Esta ley, cuando se utiliza negativamente, provoca enfermedades, problemas y fracasos, cuando se utiliza positivamente, genera salud, libertad y éxito. La Biblia no dice que la armonía es inevitable no importa lo que hagamos – eso es una simpleza –, enseña que la armonía es inevitable cuando nuestros pensamientos son positivos, constructivos y generosos.

De esto se desprende que lo único que hay que hacer es conseguir que el subconsciente acepte la idea que queremos reproducir, y las leyes de la naturaleza harán el resto: producirán un cuerpo sano, las circunstancias armoniosas, la carrera exitosa. Nosotros damos las órdenes, el subconsciente hace el trabajo.


4 – LA LEY DE LA PRÁCTICA


La práctica conduce a la perfección. Ese familiar proverbio encierra una de las grandes leyes de la naturaleza humana, la cual – como es una ley – nunca, bajo ninguna circunstancia, se viola.

Para ser hábil en cualquier campo, es preciso practicar. Sencillamente, no hay logro sin práctica, y mientras más se practique, siempre que se haga inteligentemente, mayor será la pericia y más pronto se obtendrá. Eso se cumple en el estudio de la música, de un idioma, cuando se aprende a nadar, a patinar, a esquiar, o a volar. Se cumple en todo aspecto imaginable de la actividad humana. La práctica es el precio de la pericia.

En la vida comercial, y en cualquier clase de administración o dirección, la experiencia es la forma que adquiere la práctica, una vez más es la práctica la que conduce a la perfección. De ahí que, si otros aspectos son iguales, se suele escoger a una persona mayor para puesto de responsabilidad y no a una persona más joven.

En la metafísica, los efectos de esta ley son particularmente impresionantes. El control del pensamiento es, por completo, cuestión de práctica inteligente. Y la verdadera religión puede muy bien resumirse como la Práctica de la Presencia de Dios. Pero observen que he dicho una práctica inteligente. Forzar algo con violencia no es práctica inteligente, al igual que no lo es la lentitud monótona.

La práctica es el secreto del logro. Podemos parodiar a Danton y decir: ¡Práctica! ¡Y más práctica! ¡Y todavía más práctica!
“Poned la palabra en práctica, y no os contentéis sólo con oírla”. Santiago 1|22.


5 – LOS DOS FACTORES


Todo pensamiento está compuesto por dos factores: el conocimiento y el sentimiento. Un pensamiento está integrado por una porción del conocimiento con una carga de sentimiento, y es sólo el sentimiento el que da poder al pensamiento. Por importante o magnífico que sea el contenido del conocimiento, si no está vinculado al sentimiento no pasará nada. Por otra parte, por poco importante o insignificante que sea el contenido del conocimiento, si hay una gran carga de sentimiento algo pasará.

En la naturaleza, el pájaro simboliza esta ley natural. Un pájaro tiene dos alas, ni más ni menos, y las dos deben funcionar para que se pueda volar.

No importa que el contenido de conocimiento sea correcto o incorrecto, mientras uno crea que es correcto. Recuerde que lo que importa es lo que creemos de verdad. Un informe sobre algo puede ser muy inexacto, pero si usted lo cree, tiene el mismo efecto sobre usted que si fuera cierto, y ese efecto, una vez más, dependerá de la cantidad de sentimiento que contenga.

Cuando comprendemos esta Ley, advertimos la importancia de aceptar sólo la Verdad concerniente a la vida en toda fase de nuestra experiencia. No hay duda de que por eso Jesucristo dijo: “Conoced la Verdad y ella os hará libres”. Ahora comprendemos por qué los sentimientos negativos (el miedo, la crítica, etc.) son tan destructivos y por qué una sensación de paz y de buena voluntad constituye un enorme poder de curación.


6 - AQUELLO EN LO QUE UNO PIENSA, CRECE.


Aquello en lo que uno piensa, crece. Esta es una máxima oriental, y resume perfectamente las mayores y más fundamentales de todas las leyes de la Mente. Aquello en lo que uno piensa, crece. Aquello en lo que uno piensa, crece. Cualquier cosa a lo que usted de acceso en su mente, se magnifica en su vida. El sujeto de su pensamiento puede ser bueno o malo, la ley funciona y la condición crece. Cualquier asunto que usted mantenga fuera de su mente, suele reducirse en su vida, pues lo que no se usa, se atrofia.

Mientras más piense en su indigestión o su reuma, más se agravarán esos males. Mientras más piense que usted está sano, que está bien, mejor estará su organismo. Mientras más piense en las carencias, los malos tiempos, etc., peor andarán sus negocios, y mientras más piense en la prosperidad, la abundancia y el éxito, dará a su vida una proporción mayor de esos bienes. Mientras más piense en sus cuitas o en las injusticias que ha sufrido, más pruebas de ese tipo seguirá recibiendo, y mientras más piense en la buena suerte que ha tenido, más buena suerte recibirá.

Esta es la ley Mental básica, fundamental, que lo abarca todo. En realidad, toda enseñanza psicológica y metafísica no es mucho más que un comentario sobre esta ley.

Aquello en lo que uno piensa, crece. Filipenses 4 - 8.


7 – LA LEY DEL PERDÓN


Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonar a otros si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progreso espiritual.

Quizás la impotencia vital del perdón no sea obvia a primera vista, pero puede estar seguro de que no es simple coincidencia que todo gran maestro espiritual, comenzando por Jesucristo, haya insistido tan enérgicamente en el perdón.

Debe perdonar las injurias, pero no sólo de palabra, o como una cuestión formal, sino sinceramente, de corazón, así es. Usted no perdona por el bien de otra persona, sino por su propio bien. Para esa persona el perdón no significará gran cosa, (a menos que fije una serie de valores a partir del perdón) pero para usted tendrá una gran significación. El resentimiento, la condena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado, son cosas que corrompen su alma, por muy astutamente que usted disimule esos sentimientos. Como esas cosas tienen un contenido emocional, más vigoroso de lo que cualquiera sospecharía, le afianzan sus problemas, los remachan. Lo encadenan a muchos otros problemas que en realidad no tienen nada que ver con los agravios originales.

Perdonar no significa que usted debe simpatizar con el delincuente o que quiere conocerlo, sino que usted debe desearle el bien. Usted, por supuesto, no debe convertirse en una alfombra que todo el mundo pisa. Usted, por supuesto, no debe permitir imposiciones o maltratos. Debe librar sus propias batallas, y librarlas con oraciones, justicia y buena voluntad. No importa que usted pueda olvidar la injuria o no, aunque si usted deja de pensar en ella probablemente la olvide, pero debe perdonar.



💗











CLASE 9 LA ENERGÍA












Podemos seguir comprendiendo otros puntos que generan nuestro universo no sólo a través de lo espiritual, sino también ayudados por la ciencia.

Tanto el planeta Tierra como nuestro cuerpo están formados por masa, materia. Se ha comprobado a través de la física cuántica que la célula tiene inteligencia propia y que puede asimismo autodirigirse y auto-modificarse.

Pero básicamente la energía, la vibración, no sólo se transforma a nivel de la materia física, sino también a través de otros planos de materia que vamos a seguir explicando más adelante.

Ya hace cincuenta años la ciencia conocía ochenta y tantas formas de materia física (en la actualidad se conocen muchos más) y sabíamos que la materia se componía de partículas increíblemente minúsculas con espacios intermedios. Pero ahora empezamos a saber que es tanto el espacio comprendido entre la materia que en cierto sentido puede decirse que nada es totalmente sólido, todo está compuesto de átomos, y el átomo, a su vez, contiene electrones, neutrones y protones que giran en órbitas o vibran con gran rapidez formando un conjunto de partículas, espacio y cargas eléctricas que a su vez forman la materia. Así como el cuerpo físico es materia más concentrada, existe el cuerpo emocional que sería el conjunto de emociones que sentimos.

El Cuerpo Mental es el conjunto de pensamientos que nosotros mismos irradiamos permanentemente, que también forman otro cuerpo. Todos los cuerpos integrados forman el cuerpo espiritual.
Hace cincuenta años se había empezado a comprobar que hasta las más insignificantes partículas no son cosas sino manojos de vibraciones.

Hay diversas formas de energía; se trasladan por el aire y el espacio sin perder sus formas características debido a su diversa frecuencia de vibración.

Es así que las vibraciones que abarcan desde una frecuencia de quince por segundo hasta quince mil por segundo, son perceptibles por el oído humano como sonidos.

Las vibraciones que sobrepasan la última cifra citada, dejan de ser percibidas por nuestro oído, pero al alcanzarse una frecuencia de un millón quinientas mil vibraciones aproximadamente, principia esa forma de energía llamada calor, que puede ser percibida por otro de nuestros sentidos.

Más arriba en la escala de las vibraciones viene la luz, a menudo combinada con el calor, la cual es percibida por nuestros ojos. Las vibraciones luminosas más bajas empiezan con el rojo oscuro y las más altas forman el violeta; a unos tres millones por segundo se encuentran las ultravioletas y otras más, invisibles al ojo pero detectables mediante instrumentos como la máquina Kirlian. También pueden ser percibidas por nuestros sentidos internos.
En un punto más elevado de la escala, todavía no puede decirse cuan algo, están las vibraciones del pensamiento, y éstas son esas vibraciones invisibles, inaudibles, que relampaguean de mente a mente.

Son numerosas las razones que pueden aducirse para justificar que el pensamiento y la fuerza vital pueden ser consideradas como la misma naturaleza que la electricidad.

Einstein demostró matemáticamente que en todo el universo existen grandes campos de fuerza. He aquí el gran concepto mental de Einstein, elaborado hace casi sesenta años: E = mc2. Esta fórmula expresa la conversión de la masa en energía.

Al utilizarse la energía atómica se demuestra de una vez por todas y para todo el mundo que la masa es energía. Como la energía es vibración, es indudable que todo es vibración. Ahora sabemos que somos vibración y de eso no cabe la menor duda.

Nosotros estamos inmersos dentro de untar energético vibracional, todo lo que pensamos y sentimos también va creando las realidades que todos vivimos.

Las vibraciones de nuestros sentimientos y pensamientos continúan formando cuerpos no materiales o no perceptibles a nuestros ojos, como se explicó antes.

Si nosotros enviamos un pensamiento, no es unidireccional, funciona como un boomerang, como se cree en el plano tridimensional. La energía vibra en planos muy elevados, más allá de lo que nuestra conciencia puede comprender: sólo nos aceramos a percibir cuando nos conectamos con nuestro interior que funciona de manera más sutil y perfecta de lo que nuestros sentidos externos puedan captar.

TRANSFORMACIONES

Una de las principales causas de que la gente crea que los ángeles se nos dan a conocer con tanta frecuencia, es el deseo que los impulsa a enseñarnos a crecer y convertirnos en buenos administradores de este planeta.

Tal idea nos dice que los ángeles están junto a nosotros para ayudarnos a elevar nuestra conciencia, nuestro auto-reconocimiento espiritual como raza y no sólo como individuos. Casi podríamos decir que los Ángeles están con nosotros para proporcionarnos una dosis de vitaminas que debe administrarse en los momentos justos.
Esta teoría, que en general se apoya en el lenguaje propio de la New Age, argumenta que el mundo está al borde de una transformación tan gloriosa que ni siquiera encontramos palabras para describirla. Los Ángeles se hallan entre nosotros para servirnos de guías, para ayudarnos a penetrar en un nuevo nivel en cuanto a la conciencia que debemos tener de la tierra. Y cuando llegue el momento, a su debido tiempo, veremos a todos esos Ángeles que nos rodean en forma permanente y viviremos con ellos como nuestros amigos y salvadores.

Parece que, en un sentido limitado, este concepto de transformación es cierto. Creo que los ángeles se encuentran entre nosotros a fin de que se produzca un cambio profundo en el mundo. Pero no por eso supongo que ellos habrán de hacerse cargo del trabajo. Su presencia más obvia en nuestra vida es para despertarnos a la necesidad de empezar a modificar el mundo a fin de que sea tal como ellos y nosotros lo deseamos. Y cuando nos hayamos desarrollado los luciente como para sembrar amor, por haber cambiado nosotros y por haber transformado el mundo de nuestro alrededor, ya no necesitaremos ayuda para ver a nuestros ángeles y caminar con ellos. Sólo Dios sabe cuánto tiempo demandará esto.

En ocasiones parecer que la única frontera que hemos alcanzado es la frontera del desastre. Poseo la esperanza de que tengamos la sabiduría necesaria como para aprender, y sé que ella es parte del motivo de que los ángeles se hayan tornado visibles con tanta frecuencia en los últimos tiempos.

Nuestros Ángeles, desde luego, aspiran a que logremos nuestra transformación personal, no menos que la transformación de la tierra. Y así es como tendría que ser. No estamos en condiciones de cambiar el mundo para mejorarlo si no podemos siquiera cambiarnos a nosotros mismos y despojarnos de celos y envidia, perjuicios y codicia, y de todas las formas que puede revestir el mal. Y no podemos hacer nada de eso sin contar con la presencia de Dios en nuestra vida.

Los Ángeles que se encuentran entre nosotros son otras tantas señales de esperanza para indicarnos que nuestra transformación – y la del mundo entero – no es imposible. El cielo no dista una galaxia de nosotros, sino que está aquí, nos dicen; el reino de Dios está aquí, en nuestro medio… y aquí estamos nosotros para demostrarlo. Las barreras no son insuperables. Dios están tan cerca como los latidos del corazón.

Es de fundamental importancia tener en cuenta que debemos invocar a nuestros Ángeles, por la sencilla razón de que ni ellos podrán ayudarnos tanto como desean, si nosotros no lo invocamos. Todos nosotros, más de una vez nos hemos quedado cortos, sin alcanzar nuestro objetivo, por no pedirles ayuda. Los Ángeles están aquí para socorrernos en aquellas cosas que no podemos hacer solos. Y me refiero a las cosas sobrenaturales, no a las comunes.
Por ejemplo, hay mucha gente que suele decir: “Yo estoy tranquilo porque tengo apostado en la puerta de casa a mi ángel guardián, de modo que ni me preocupo por cerrar con llave cuando salgo”. Sin embargo, no es esa la responsabilidad de los ángeles. Por el contrario, se supone que cada uno de nosotros debe preocuparse por la protección personal de sus bienes terrenales.

Por cierto que a los ángeles les agrada sobremanera poder ayudarnos. Es su misión, y cuanto más los dejamos hacerlo, más felices son. Les gusta realizar cosas que nos ayudan.

LOS MENSAJEROS

Tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento hallamos numerosas historias de Ángeles que se aparecen a los hombres y que traen mensajes. Estos mensajes casi siempre anunciaban acontecimientos de capital importancia, por ejemplo, el nacimiento del Mesías. Después de este hecho, no se conocen muchos casos de apariciones de Ángeles. Sin embargo, ellos nos siguen enviando mensajes. Dado que no siempre los vemos y oímos físicamente, hemos de intentar permanecer creativos y perceptivos, para así estar en condiciones de recibir sus mensajes.

Los Ángeles utilizan sistemas para difundir mensajes que ni siquiera imaginamos. ¿Te has encontrado alguna vez sentado durante horas, devanándote los sesos, intentando hallar la respuesta a una pregunta o problema? Precisamente en el instante en que decides dejar de meditar, aparece una paloma en la cornisa de tu ventana. Al reparar en ella sientes una sensación de calor y paz. Entonces, cuando te acercas a la ventana, ves pasar un camión que lleva escritas las palabras que te proporcionan las respuestas que tu cabeza no logró encontrar. Una vez acabada la lucha por hallar esa solución, te das cuenta de que el mensaje te ha llegado sin hacer tú el mínimo esfuerzo.

Presta atención a las sutilezas de la vida. Los Ángeles pueden llegar a nosotros de maneras distintas pero que a menudo se nos escapan. Es en nuestros sueños donde los mensajes se nos manifiestan con más frecuencia. Los Ángeles, al comunicarse con nosotros, demuestran ser creativos y de la misma forma deberíamos serlo nosotros al recibir sus mensajes.

Los mensajes del cielo son siempre para el bien supremo de la humanidad; nunca exigen el uso de la fuerza o de la autoridad. Algunos de nosotros identificamos a los ángeles con fuerzas espirituales que guían a nuestro Ser Superior infundiendo pensamientos nobles a nuestra conciencia. Independientemente del papel específico que juegan, todos los ángeles son de una forma u otra mensajeros.

Los que son heraldos de Dios traen las nuevas más vitales. Estos portadores de noticias no se irán hasta que recibas su mensaje. Por consiguiente, recuerda que debes relajarte y dejarte llevar por la intuición.

EL ÁNGEL DE LA ARMONÍA

Imaginemos por un momento lo que pasaría si una persona perteneciente a la cuarta dimensión del mundo, viviera en nuestro plano físico, y como él o ella aparecería ante los ojos de los demás.
Esa persona representaría el perfecto equilibrio entre la cabeza y el corazón, la voluntad y el amor, el interior y el exterior, el trabajo, y el juego, la quietud, y la acción, la impresión y la expresión, el escuchar y el hablar, el recibir y el dar, la irradiación y la atracción. Esa persona imaginaria sabía seguramente cómo vivir. Tendría un flexible y relajado campo de energía y una conciencia del equilibrio total, lo cual es otra forma de la estabilidad, definida como regularidad, aplomo y seguridad en sí mismo.

Todas las cosas parecían encontrarse unidas, lo cual es el significado del vocablo griego “harmozein”, del cual se deriva nuestra palabra armonía. Y como un subproducto de este orden, equilibrio y armonía, esa persona irradiaba una sensación de paz, de serenidad y de tranquilidad.

Qué maravilloso sería si todos expresáramos esa misma clase de energía, ese mismo estado de conciencia. Por cierto que la imagen que tendríamos de nosotros mismos sería diferente y que, sin temores ni culpas, podríamos incluso comenzar a vivir honestamente, como a todos nos gustaría hacerlo. Y eso sin decir que las demás personas se sentirían muy contentas de estar junto a nosotros. Pero nosotros no podemos fingir.

Pero si tratamos durante un tiempo de representar un rol de orden y armonía, desde el punto de vista de la personalidad humana, muy pronto nos convertiríamos en hermosos pero repugnantes robots, en dulces máquinas excesivamente controladas, emanando permanentemente un aire protector y condescendiente.

¿Has conocido a esas personas que presentan una perfección superficial, pero tan delgada que se puede ver a través de ella? Y, detrás de esa máscara de imperfecta superioridad, en todas ellas encontramos una revuelta masa de temor y de ira reprimidos.

Para ser realmente una manifestación de orden y armonía, debemos tomar la Energía del Alma que produce esas cualidades, y entonces llegamos a ser y ya no es necesario representar ningún papel. Te sorprenderás al saber que la energía que manifiesta todos estos atributos es la alegría. El orden y la armonía nacen de la alegría, y no al revés. El Ángel de la Armonía es la “alegría del Señor”, la pura energía del regocijo, el júbilo y el éxtasis del Yo Superior, que se irradia como el sol del mediodía para disipar las sombras de la tristeza, la miseria y la desesperación. Y esto se logra estableciendo el equilibrio y la estabilidad en nuestras vidas.

La invocación de este Ángel nos restablece la armonía, libera tensiones, aplaca el estado agresivo. Permite ver la solución de los problemas con mayor claridad. Brinda paz espiritual. Genera un campo positivo que pone fin a la tristeza ocasionada por cualquier motivo. Brinda más alegría y ganas de vivir.

El Ángel de la Armonía ayuda a eliminar la ansiedad.
Especialmente indicado para lograr una recuperación rápida, incluyendo problemas afectivos de pareja. Restablece el ánimo, da fuerza, temple y empuje para realizar cualquier tarea que se emprenda. aumenta la vitalidad y la energía. Actúa contra las fluctuaciones de ánimo, produciendo un campo mental y una actitud positivos.

Si queremos evolucionar espiritualmente hemos de crear constantemente armonía en nosotros mismos y alrededor nuestro.

Te propongo que:

Siéntate en un lugar cómodo y tranquilo.
Cierra los ojos y relájate. Visualiza una luz de un color a tu elección que te evoque armonía.
Si una vez visualizado no te sientes totalmente a gusto con ese color, cámbialo como cambiarías el canal del televisor hasta que encuentres el que te satisface visualmente.
Invoca al Ángel de la Armonía y pídele que la armonía entre a tu vida.
Antes de despedirte, y abrir los ojos, dale las gracias.

Finalidad:

En la vibración de la paz en la conciencia; nos ayuda a mantener el equilibrio y la imparcialidad ante todas las situaciones; nos inspira a vivir con integridad.

Rasgos negativos que pueden presentarse a partir de las proyecciones del ego: disfrutar ante la idea de un conflicto, un adversario permanente, un Creador de desorden; una persona que experimenta mucha oposición en todos los ámbitos de su vida.
Su energía resulta bloqueada debido a: la ausencia de alegría y de inspiración; la creencia de que cualquier tipo de ataque está justificado por la autoprotección y de que la paz y la conciliación son signos de debilidad.

PROGRAMACIÓN ANGÉLICA N.º 2
Abrirte a tu Ángel

Ten a mano tu libreta de anotaciones y tu birome. Al tope de una página en blanco, escribe: “Abrirme a mi Ángel”, y la fecha

1) Siéntate en tu lugar sagrado, con los pies bien apoyados en el suelo y los ojos cerrados. Siente la presencia de tu Ángel, que se acerca cada vez más. Imagina que te envuelve suavemente con sus alas.

2) Mientras inhalas y exhalas lentamente, siente o percibe la presencia de tu Ángel, que te extiende los brazos. Respira esa proximidad y deja que dentro de ti surja una pregunta.

3) Concentra la atención en tu corazón. Pon en tu corazón la pregunta que deseas formular, visualizando las palabras escritas allí.

4) Cuando sientas las palabras en tu corazón, abre los ojos y anota la pregunta en tu cuaderno. Vuelve a cerrar los ojos.

5) Con las palabras de tu pregunta en el corazón y en la mente conéctate con tu profundo deseo de oír la voz de tu ángel. Escucha en tu corazón y en tu garganta. Pon atención a cualquier sentimiento que surja. Los ángeles llegan a nosotros a través de los sentimientos, de modo que esa pueda ser la primera forma de contacto. Permite esos sentimientos y permanece abierto a las palabras que se presenten.

6) Anota todo lo que recibas, sean palabras, imágenes o sensaciones.

7) Recuerda agradecer a tu ángel su mensaje.

8) Lee lo que has recibido.

Observa las sensaciones que te despierta el mensaje. Puede sorprenderte o quizás te conmueva. Si las palabras te llenan los ojos de lágrimas o si te sientes conmovida, sabrás que tu ángel ha hablado a través de ti.

Los ángeles se presentan a nosotros de modo que podamos recibirlos. Si no estás segura de haber recibido nada, vuelve a cerrar los ojos y repite el ejercicio desde el comienzo, estableciendo una conexión más potente con tu deseo de comunicarte con tu ángel. Acepta con gratitud lo que recibas. No deseches ni critiques lo que aparezca. porque eso cerrara tu corazón, bloqueando la comunicación. Cuando aceptas, te abres; cuando estás abierta, es mucho más probable que recibas.



💗






Web https://alexiis-metafisica.blogspot.com/2009/12/clase-9-la-energia.html